Podemos echa la culpa al PSOE

EL MUNDO – 11/03/16

· Acusa al viejo aparato socialista de sembrar dudas para impedir un «Gobierno de cambio» Dirigentes del partido se esfuerzan por negar disensiones entre Iglesias y Errejón.

Los partidos políticos han optado por enfrentarse unos contra otros en una batalla de acusaciones y reproches cruzados que no permite vislumbrar espacios para el entendimiento y, menos aún, para pactos que posibiliten la formación de un Gobierno. Si el PP y Ciudadanos están enzarzados en su guerra particular disputándose el terreno y los votos del centro derecha, Podemos y PSOE libran una contienda propia intentando demostrar cuál de los dos apuesta más y mejor por un proyecto de cambio.

La formación morada, acosada ahora por los problemas internos que florecen en sus territorios, busca argumentos para evitar que se extienda la imagen de graves divisiones en su cúpula y aprovecha para elevar la presión sobre el PSOE, cuyo viejo aparato estaría, según los dirigentes de Podemos, detrás de una campaña orquestada para fracturarles, debilitarles y neutralizarles, impidiendo así definitivamente que Pedro Sánchez acepte sentarse en la mesa a cuatro para conformar un gobierno de izquierdas.

Ayer, uno tras otro, los nombres más destacados del partido coincidieron en culpar a los socialistas de magnificar la crisis interna que padecen desde hace días y que se vio agravada el miércoles con la dimisión de nueve miembros de la federación madrileña próximos a Íñigo Errejón y críticos con la gestión de Luis Alegre, hombre de confianza de Pablo Iglesias.

El propio Errejón, número dos de Podemos, fue quien marcó la línea a seguir haciendo pública a primera hora la carta que remitió a las bases y en la que abría fuego contra el aparato del PSOE «y alrededores» acusándoles del «ataque» para «tapar su reciente giro hacia el PP arrastrado por Rivera».

El portavoz parlamentario, además, negaba que la batalla interna en Madrid que padece Podemos se esté reproduciendo en la cúpula estatal. Es decir, vino a rechazar la idea de que entre él e Iglesias exista un pulso soterrado. «Pretenden trazar una frontera ficticia», decía, «entre moderados y radicales dentro de Podemos, para tratar de crear un culebrón que no se corresponde con la realidad».

A última hora de la mañana, Errejón insistía en que en su partido «hay equilibrios y también diferencias». Admitía la existencia de «procesos territoriales de reordenación de las direcciones», así como que el partido vive una «situación de cambio», pero lo circunscribía al terreno de la política madrileña. Mucho más explícito, señalando hacia Ferraz, se mostró uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, hombre muy próximo a Pablo Iglesias, quien llegó a advertir en un mensaje difundido a través de Twitter de que «vienen meses de guerra sucia» porque «el partido de la gran coalición», en referencia clara al PSOE, «necesita romper a Podemos para justificarse».

Monedero no se anduvo por las ramas aprovechando que está situado al margen de la estructura orgánica del partido y no ocupa cargo representativo alguno.

Igualmente se pronunció al respecto la portavoz adjunta en el Congreso y miembro de la dirección de Podemos, Irene Montero, muy cercana también a Iglesias, quien negó tajantemente que en la cúspide de Podemos haya «una fractura». A lo más que llegó fue a admitir «diferencias legítimas» que se «viven con normalidad». Montero incluso se refirió a una «feminización de la política» que es, dijo, «asumir la gestión del conflicto».

Aseguró ante las cámaras de televisión, y después en conversación con los periodistas en el Congreso, no tener constancia de que la dirección del PSOE esté detrás de una maniobra de ataque contra la imagen de su partido, pero sí afirmó tener «claro» que Podemos es «una china en el zapato para los planes de las elites que no se han presentado a las elecciones», en referencia a la vieja guardia socialista a la que la formación morada señala como principal obstáculo para el acercamiento de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias.

«Algunos creen», sentenció Montero, «que sembrando dudas nos van a debilitar. Y se equivocan». Podemos, recalcó, «no dejará de apostar por un Gobierno a la valenciana», es decir, compartido con el PSOE, pero que sólo será posible, advirtió, si los socialistas dejan de lado a Ciudadanos.

«No aceptaremos», afirmó, «que nos den un cambiazo intentando colarnos a Ciudadanos en un acuerdo. Con ellos no habría Gobierno de cambio, sino de cambiazo».

En definitiva, la dirección de Podemos mantiene que «los medios de comunicación y las estructuras de poder intentan desviar la atención de las necesarias negociaciones y debates sobre la conformación de un Gobierno de cambio a nivel estatal». Y se conjuran para «no alimentar el relato de la división», reconociendo en privado que la dimisión de los nueve dirigentes de Madrid no hace sino avalar la imagen de fractura interna.

Desde el PSOE, mientras tanto, mostraron su sorpresa por la estrategia de Podemos de apuntarles como culpables de sus disensiones. Pedro Sánchez, de visita en La Coruña, se mostró contrariado: «He escuchado a Errejón señalarnos inexplicablemente. Nosotros somos muy respetuosos siempre con los debates internos que puedan tener todas las organizaciones. No vamos a entrar en ningún tipo de descalificación ni de insulto». «No entraré en ningún tipo de provocación porque creo que nos unen muchas más cosas de las que nos separan», añadió en un intento de aliviar tensiones e invitarles de nuevo a que faciliten su investidura.

SÁNCHEZ RESPALDA AL IMPUTADO GÓMEZ BESTEIRO

Pedro Sánchez respaldó ayer a José Ramón Gómez Besteiro, al frente de este partido en Galicia, durante una visita a La Coruña. Con un escueto «sí» contestó a la pregunta sobre si la situación del PSdeG y de su secretario general – imputado, investigado según la terminología actual, en relación a las obras de la urbanización de Garañón en Lugo cuando era concejal de Urbanismo – , es la adecuada para liderar el cambio en Galicia.

Críticas de Pachi Vázquez. La posición de Sánchez se topó con las críticas de Pachi Vázquez, ex secretario general de los socialistas gallegos. Arremetió en las redes sociales contra el hecho de que Besteiro no haya presentado su dimisión. «En el PSOE si estás imputado y eres amigo de Sánchez no pasa nada. Si estás imputado y no eres amigo de Sánchez, dimites… Justicia rara rara».

EL MUNDO – 11/03/16