Ramón Gómez Ugalde, DIARIO VASCO, 2/7/11
El nombramiento de Donostia como Capital Europea de la Cultura 2016 nos ha producido a los donostiarras una inmensa alegría y orgullo de la ciudad que tenemos. La implicacion de los donostiarras en este proyecto ha sido fundamental para conseguirlo. Pero a la vez que orgulloso, me siento dolido e indignado cuando escucho con estupor declaraciones que no vienen a cuento. Leo y no doy crédito: «Solo se puede entender como moneda de cambio de un proceso de paz que empezaron con ETA»; «En San Sebastián no hay dignidad ni libertad, y sin libertad no puede haber cultura»; «La capital guipuzcoana, salvo honrosas excepciones, es intransigente, intolerante y llena de cobardes»; «Esta ciudad no es, en absoluto, inocente de todo lo que ha pasado». Son algunas de las perlas que estos días no cesan.
¿Qué está pasando? ¿Nos estamos volviendo locos? Como donostiarra estoy indignado con estas difamaciones que en los últimos días han recibido mi ciudad y mis conciudadanos. Estas calumnias provienen de la más absoluta ignorancia de una realidad, de una ciudad, de una gente que ha sufrido como nadie la barbarie terrorista. Es triste e injusto escuchar que San Sebastián, que los donostiarras que se han implicado desde el primer momento con un proyecto cultural, repito cultural, han ganado la Capitalidad Cultural Europea como favor político, como moneda de cambio..
¿Tan difícil les resulta a algunos aceptar la decisión de un jurado imparcial?¿Tanto duele saber que el proyecto de San Sebastián 2016 es mejor, o así ha sido considerado, que el del resto de participantes? Quizás es que a algunos les escueza que San Sebastián pueda representar a España en 2016, pero así será. Y será así porque un jurado lo ha decidido, porque unos ciudadanos se han volcado en un proyecto ilusionante, esperanzador, que habla de cultura, de paz y libertad. Un proyecto que no es político, que no habla de siglas. Un proyecto que comenzó su andadura en 2007, no el 11 de junio de 2011 cuando Bildu llegó al Gobierno de San Sebastián.
Ni San Sebastián ni los donostiarras se merecen tantas calumnias, tantas difamaciones, tantas agrias palabras. San Sebastián se merece ser Capital Cultural porque se lo ha ganado a pulso, con su esfuerzo, su imaginación y su ilusión. La Capitalidad es importantísima para la cultura, el turismo, la economía y el desarrollo de Donostia. Esto nos puede ayudar a salir de la crisis en la que también nuestra ciudad se encuentra.
Como donostiarra primero y también como portavoz del grupo popular en el ayuntamiento de San Sebastián no puedo aceptar tales injurias. He defendido, defiendo y defenderé a mi ciudad por encima de todo y seguiré trabajando por sus ciudadanos, sus intereses y ¡por supuesto! por la capitalidad cultural que hemos ganado por méritos propios y no por ‘favores’ como otros quieren hacer ver.
Ramón Gómez Ugalde (PORTAVOZ DEL PP EN EL AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN)
Ramón Gómez Ugalde, DIARIO VASCO, 2/7/11