Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
Las cifras del empleo siguen siendo buenas y muestran una fortaleza impresionante, siempre y cuando nos quedemos en eso, en las cifras absolutas. El mes de febrero ha sido el mejor de los últimos 17 años, prolonga la buena racha del pasado año y rellena el bache que se produjo en el mes de enero. La recuperación fue intensa en la hostelería, gracias al impresionante empuje del Turismo; en la industria, a pesar de la atonía que aqueja a nuestros principales clientes en Europa y la educación. Y fue menor en el sector sanitario, pasadas las urgencias propias del invierno, la agricultura, que no pasa por sus momentos más brillantes y el comercio, que languidece acosado por la situación de los precios y los numerosos retos que modifican el comportamiento de los consumidores.
Si quiere un día tranquilo, quédese con eso y disfrute con el esplendor con el que resucita la vicepresidenta ‘escondida’ y el alborozo del Gobierno ‘alborotado’ entre la corrupción que no cesa y sus terribles tejemanejes con la insólita ley de amnistía. Si no lo acepta y está interesado en los matices, se encontrará con las mismas dudas que nos asaltan desde hace años y que son consecuencia de la falta de trasparencia que rodea al tema de los fijos discontinuos.
El Ministerio de Trabajo prometió hace tiempo la publicación del número exacto de las personas que, en España, están dotadas del don de la ubicuidad y no figuran entre los parados, aunque no sean activos -la mayor parte de su tiempo-, y cobren por ello la prestación del paro. Son los llamados técnicamente fijos discontinuos inactivos. Lo prometió, pero no ha tenido tiempo de proporcionar la cifra. Una pena.
Es una pena, porque difumina mucho el éxito oficial, al generalizar las sospechas de que, en realidad, el paro efectivo (que sí cuenta a los ‘ubicuos’) es bastante mayor que el registrado, que es el que recogen las estadísticas y que comentamos hoy. La cifra no es menor, pues se calcula en, nada menos, que 767.000 personas, lo que dejaría la cruda realidad en algún lugar lejos del presunto éxito, allá por el entorno de los 3,5 millones de parados. En todo caso, la contratación indefinida a tiempo completo sigue fuerte y supone el 47% del total. El resto son los fijos discontinuos, los ‘ubicuos’, que también crecen, y los indefinidos a tiempo parcial. Como ve, una situación estrábica…