Premio a la constancia

Rafael Martínez-Simancas, DIARIO VASCO, 22/12/11

Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia. Madrid, 1958. Tras una carrera repleta de cargos públicos, el alcalde de Madrid cumple su sueño de formar parte de un Gobierno central

Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez, fiscal de carrera y actual alcalde de Madrid, es uno de los dirigentes más veteranos que tiene el Partido Popular, de hecho comenzó en Nuevas Generaciones de Alianza Popular, formación política a la que llega a través de su padre José María Ruiz-Gallardón. Licenciado en Derecho por el CEU San Pablo en el año 1982 obtuvo el segundo puesto en las oposiciones al Ministerio Público y fue destinado a la Audiencia Provincial de Málaga.

Conoce bien el partido y a punto estuvo de dejarlo cuando en marzo de 2008 Rajoy no le nombró número dos por Madrid, (cargo que reservaría para Manuel Pizarro). Famoso es su enfado en el ascensor de la calle Génova. Finalmente con la cartera de Justicia logra su vieja aspiración de «ayudar a Rajoy en lo que él quiera». Por experiencia no será, puesto que en política ha sido concejal, senador y portavoz en el Senado, presidente de Comunidad, alcalde de la capital de España y diputado recientemente elegido. Se fogueó en la oposición a Enrique Tierno en el Ayuntamiento de Madrid cuando en 1983 fue elegido concejal con el equipo de Álvarez del Manzano. Tres años más tarde, en el séptimo Congreso de AP, ingresa en su ejecutiva donde llega a ser un jovencísimo secretario general. Con la llegada de Antonio Hernández Mancha es elevado a vicepresidente y portavoz del partido. En aquella época tuvo que hacer frente al llamado ‘caso Naseiro’.

En 1995 logra la presidencia de la Comunidad de Madrid que había intentado en varias ocasiones sin éxito. Su rival, Joaquín Leguina, era un sólido baluarte del PSOE que le ganó en dos comicios seguidos, incluso tuvo el infortunio de lanzar una moción de censura que se truncó por culpa de la acción del tránsfuga Nicolás Piñeiro. Como presidente de la Comunidad de Madrid tuvo éxito en la gestión económica, de hecho fue la primera región en cumplir con los requisitos de déficit que exigía Maastricht.

Un año después de ganar la Comunidad y mientras Aznar buscaba apoyos para hacerse con la presidencia del Gobierno, su nombre sonó como posible candidato del PP en caso de que Aznar no hubiera logrado los apoyos suficientes. En la Comunidad se mantuvo dos legislaturas y en 2003 fue designado candidato a la alcaldía de Madrid por deseo expreso de José María Aznar que, a su vez, colocaba como candidata en la Comunidad a Esperanza Aguirre. Ambos lograron una amplia mayoría. Eso sí, a partir de ese momento comenzaron unas turbulentas relaciones entre ambos que se vieron reflejadas en el pulso por hacerse con el partido en Madrid, pulso que ganó Esperanza Aguirre.

Reelegido en mayo
Melómano confeso, lector y motero, deja la capital donde fue reelegido hace apenas seis meses como alcalde y una deuda de más de seis mil millones de euros, casi todos relacionados con las obras de la M-30, a la que ha sido ‘número dos’ en la última candidatura municipal, Ana Botella.
Se marcha del Ayuntamiento con la espinita clavada de la causa olímpica que en dos ocasiones se le resistió, aquella «corazonada» de los Juegos se quedó en un cohete que hizo mucho ruido pero subió poco. Ahora bien, su «corazonada» como ministro de Rajoy no le ha fallado. Como en los concursos puede decir: «prueba conseguida».

Rafael Martínez-Simancas, DIARIO VASCO, 22/12/11