Prisas de Cuba y Obama

HERMANN TERTSCH, ABC – 28/02/15

· La isla sigue siendo centro de operaciones del narcoterrorismo de las FARC y santuario de terroristas.

Funcionarios y diplomáticos de Estados Unidos y Cuba han celebrado su segunda reunión para estudiar los primeros pasos administrativos tras la decisión del presidente Barack Obama de restablecer relaciones con Cuba. Y surgen, por supuesto, las primeras contradicciones en este proceso que se abre con un claro desequilibrio.

Porque el presidente en Washington ha decidido otorgar a la dictadura cubana el reconocimiento de dichas relaciones diplomáticas y expectativas, más o menos cercanas, de un levantamiento de ese embargo que condiciona los intercambios bilaterales. Y lo ha hecho sin recibir nada a cambio. Más allá de la liberación de un empresario norteamericano y el gesto de dejar salir de la cárcel a unas decenas de opositores, gesto vacuo porque después han sido detenidos otros.

Que las parálisis total en las relaciones entre Washington y La Habana era una situación que no ser vía de nada es cierto. Pero se notaron demasiado las ganas de Obama de hacer este gesto por el hecho de hacerlo él y hacerlo ahora. Y no como resultado de un acuerdo inicial que comprometiera a la dictadura cubana por lo menos a ciertas concesiones y a una agenda. Como siempre pasa con el régimen cubano, si no se le ponen condiciones ni agenda, se puede tener la seguridad de que las imponen los Castro.

Así, esta reunión para estudiar asuntos técnicos sobre las embajadas, se convirtió por imposición de la dictadura, en una sesión sobre la urgente necesidad de quitar a Cuba de la lista de Estados Unidos de países colaboradores con el terrorismo. Llegará, porque Obama también quiere avances. Aunque se sepa que Cuba sigue siendo centro de operaciones del narcoterrorismo de l as FARC y que otros terroristas sigan con santuario en la isla. Obama quiere relaciones con Cuba, como quiere un acuerdo con Irán.

La dictadura cubana lo sabe. Solo el Congreso republicano en Washington puede evitar que esto sea el más suculento negocio que fortalezca a los peores de la dictadura.

HERMANN TERTSCH, ABC – 28/02/15