Albderto Ayala-El Correo
Bueno, pues, ya saben: seguimos sin fecha para las elecciones autonómicas vascas. Afortunadamente. ¿Por qué? Es sencillo: porque estando como estamos en plena pandemia, sin haber iniciado siquiera el plan de desconfinamiento -o ‘desescalada’, palabro horrible donde los haya-, no me parece ni un pelo prudente que el lehendakari, con o sin acuerdo de los partidos, ponga nueva fecha para los comicios que debieron celebrarse el 5 de abril, y que se aplazaron con el consenso unánime de las fuerzas políticas. Prudencia, mucha prudencia, toda la prudencia. Ese, y ningún otro, debe ser el criterio que anime a Urkullu a volver a citarnos a las urnas. ¿Cuándo? Cuando sea… prudente.
Soy, somos conscientes de la anomalía democrática en la que vivimos: con el Parlamento vasco disuelto y sin fecha para votar. Como resulta igualmente evidente que cuanto antes votemos, se forme un nuevo Gobierno y se ponga a trabajar a pleno rendimiento para retocar los Presupuestos y adaptarlos a la fenomenal crisis económica hacia la que nos dirigimos, mejor. Todo eso está muy bien. Pero de momento lo que toca es prudencia.
Urkullu, el PNV, es obvio que están interesadísimos en reconvocar los comicios a la mayor brevedad. Su objetivo es que sean, probablemente, el 12 de julio. Por todo lo anterior, seguro. Y me da la impresión de que también movidos por unas encuestas que les auguran una apreciable subida de votos.
El jefe del Ejecutivo vasco, que como su partido, el PNV, viene subiendo el diapasón nacionalista por si toca ir a votar pronto para que EH Bildu no les robe electores, citó ayer a los partidos en Vitoria para intentar llegar a un acuerdo sobre la fecha. Puso sobre la mesa un informe sociosanitario -y otro jurídico- que sostiene que julio es el mes menos inseguro para ir a votar, porque en octubre podría haber un rebrote del coronavirus. Podría. Septiembre sería otra alternativa. No hubo acuerdo. La oposición dice que, hoy por hoy, la única urgencia se llama coronavirus. Que los ciudadanos en lo último que piensan es en votar. Y han acordado verse de nuevo el 14 de mayo.
Que los partidos se pongan de acuerdo en algo, siquiera en aplazar una decisión, es una buena noticia, viendo el impresentable espectáculo que vienen protagonizando día tras día por razones fundadas, poco fundadas y totalmente infundadas. Anteponiendo siempre su interés.
¿Habrá consenso el día 14 para que Urkullu nos llame a las urnas para el 12 de julio? ¿Nos citará tenga o no el apoyo de la oposición? ¿Se pospondrá de nuevo la decisión hasta que se complete el plan de deconfinamiento? ¿Se nos citará entonces para septiembre?
Ojalá que todo vaya bien y haya acuerdo para que votemos en julio. O para que, unas semanas después, se decida hacerlo en septiembre. Lo importante, insisto, es actuar con prudencia. Y ya si se puede preservar el consenso, mejor.