Rajoy, de vergüenza

EL MUNDO 28/10/16
F. JIMÉNEZ LOSANTOS

AYER fue otro día triste para la democracia en España, preludio de otros peores que, sin duda, llegarán. Anteayer, en un discurso felizmente breve –es absurdo que los parlamentarios sigan hablando porque les queda tiempo, si ya no tienen nada que decir– Rajoy estuvo bien, a ratos muy bien, mostrando los números reales de la economía española y ahorrándose el triunfalismo grotesco que acostumbra. Pero ayer, en el debate propiamente dicho, Rajoy estuvo de vergüenza. Que no se ensañara con Antonio Hernando era natural, ya que le deberá la Presidencia el sábado, pero está claro que Rajoy lamenta no llevarnos de nuevo a votar, para acabar con el PSOE en beneficio de los matones de Podemos y para no lamentar cada sílaba, no diré palabra, que tiene que pronunciar para agradecer el apoyo a Rivera, el único que ayer no mereció un suspenso en expresión oral o la aplicación de la mitad del Código Penal.

Puede discutirse si para España es bueno que desaparezca el PSOE. Lo intolerable es que un matón, cuya harka pretende cercar el Congreso, diga que hay más delincuentes en la Cámara que fuera, lo personalice en casos del PP que ni siquiera están juzgados y Faemino y Mariano hagan chistes de Barrio Sésamo con el matón. Alguien le dijo en la pasada y fallida investidura, cuando llamó organización criminal al PP, que coleguear con el matón es graciosísimo, así que ayer ¡hasta se tomó a broma el SMS a Bárcenas!

Es una vergüenza que ayer tuviera que ser Rivera –otra vez– el que, en un cuarto de hora extraordinario (luego se pasó de faena) defendiera el honor de la Nación, de la Transición, de la democracia y del propio PP, porque a Rajoy sólo le preocupa que le llamen indecente a él. A su partido le pueden llamar lo que sea porque, en el fondo, lo desprecia tanto como lo odia el matón, cuyo programa, recuérdese, es la destrucción del régimen constitucional (no sólo del PSOE) gracias a las televisiones de Soraya y los ayuntamientos de Snchz. Con esas dos bazas, el matón puede ganar.

A veces, en política, hay milagros. La Transición fue uno de ellos. Tal vez Rivera pueda enderezar el rumbo de este calamar con hechuras de percebe, fascinado por Koleta Borroka. Pero si, como ayer, el PSOE se acompleja y el PP se rinde ante Podemos, habrá que ir actualizando el refrán: Por San Juan, las urnas verás.