Rajoy refuerza a Mas con una cita secreta en La Moncloa

EL MUNDO 28/03/13

· Ha tenido lugar pese al nombramientoreciente del Consell de Transició Nacional / Adelanta a la Generalitat ingresos para nóminas y proveedores.

«Yo te salvo de la bancarrota y tú te olvidas de tus planes independentistas». Ésa es la estrategia del Gobierno central respecto al catalán. Una táctica que empezó a gestarse hace un par de semanas, cuando Artur Mas invitó a su Govern a abrir vías de diálogo con Mariano Rajoy y que se consolidó el lunes en una reunión secreta que ambos mantuvieron en La Moncloa y de la que el presidente de la Generalitat salió reforzado.

Rajoy ha aguardado con paciencia durante meses a que Mas moviera ficha. En ese tiempo, la Generalitat ha impulsado la Declaración de Soberanía y la redacción de la Ley de Consultas, y ha creado el Consell per a la Transició Nacional. Paralelamente, Mas se ha visto incapacitado para aprobar sus presupuestos ante la reticencia de ERC a avalar recortes de 4.400 millones.

La espera de Rajoy, quien en ningún momento quiso presionar a Mas, dio sus frutos la semana pasada, cuando el presidente de la Generalitat se puso en contacto con el español para pedirle una cita. Mas sólo puso una condición: que en el encuentro no hubiese prensa, según explican fuentes de Moncloa.

Pese a la ausencia de medios de comunicación, ayer transcendió que el encuentro entre ambos presidentes había tenido lugar. También su hizo público que Rajoy se mostró dispuesto a aceptar la principal reivindicación de Mas: que se flexibilice el objetivo de déficit para que Cataluña pueda así paliar los recortes.

El Gobierno central fijó un objetivo de déficit del 0,7% del PIB para las autonomías en 2013. La Generalitat calcula que con esa cifra tendrá que hacer recortes por importe de 4.400 millones. Por eso, lleva meses reclamando que se le dé más margen. Hasta ahora, el Gobierno central no había escuchado esas súplicas. Pero cuando Mas abrió la vía del diálogo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ablandó. Ahora, ambas partes están a la espera de ver qué objetivo de déficit fija la Unión Europea para España. Luego el Ejecutivo central decidirá si acepta o no la reivindicación catalana.

Así pues, Mas y Rajoy tuvieron sintonía en materia económica. Pero siguen muy distanciados en lo que se refiere a las pretensiones independentistas de la Generalitat. La posición del Gobierno en este campo no ha variado. Rajoy mantiene que un referéndum secesionista no cabe en la Constitución y no piensa dar su brazo a torcer, según indican fuentes gubernamentales.

Mas también sigue en sus trece. El Govern mantiene que la consulta se hará el año que viene, tal y como pactaron CiU y ERC en su acuerdo de gobernabilidad firmado en diciembre. No obstante, en los últimos días, el líder de Unió, Josep Antoni Duran, y la también democristiana presidenta del Parlament, Núria de Gispert, han hablado públicamente de la posibilidad de aplazar el referéndum y centrar todos los esfuerzos políticos en salir de la crisis.

Y es precisamente en declaraciones como ésas, donde el Gobierno central ve un posible resquicio para aplicar su estrategia respecto a Cataluña. Lo que quiere Moncloa es usar la baza del dinero. El Ejecutivo de Rajoy piensa que si juega bien sus cartas, Mas olvidará poco a poco sus planes independentistas, indican fuentes gubernamentales.

Son dos los ases que Rajoy tiene para ofrecer a Mas. Primero: la ya citada flexibilización del déficit tan necesaria para una Generalitat al borde de la quiebra. Segundo: iniciar las conversaciones para modificar el sistema de financiación hasta llegar a un acuerdo que mejore los ingresos de Cataluña y satisfaga al Govern.

De momento, la Generalitat ha conseguido liquidez para pagar a los proveedores y la nómina de este mes, según explican fuentes populares. Desde la Consejería de Economía lo niegan. Aseguran que este mes no han tenido tensiones de tesorería y que han podido hacer los pagos corrientes sin dificultades. Sí reconocen que el Estado les ha devuelto un dinero correspondiente a la liquidación de 2011.

Se trata de 800 millones que, tras saldar cuentas, el Gobierno central adeudaba al catalán. Ese pago tenía que hacerse efectivo en junio, pero el Ministerio ha aceptado prorratearlo por meses y adelantar su entrega. Según la Consejería, este mes la Generalitat ha cobrado unos 100 millones de esos 800.

Precisamente ayer, el Govern abonó a los farmacéuticos -que están en pie de guerra acuciados por los impagos- 76 millones de euros. Se trata del 70% de la factura del mes de enero, que ya ha quedado liquidado, pues el otro 30% ya se había hecho efectivo la semana pasada. No obstante, la Generalitat todavía adeuda a las farmacias los meses de noviembre y diciembre del año pasado.

Las bases para una nueva relación entre el Estado y la Generalitat ya se han sentado. Ahora habrá que esperar a ver qué hace el Govern una vez tenga elaborados sus presupuestos, lo que se prevé para mediados de abril o principios de mayo. Si ERC acepta finalmente avalar esas cuentas, el camino soberanista seguirá su curso. Pero si los republicanos se echan atrás, Mas podría, como quiere el Gobierno, enterrar sus planes independentistas.

EL MUNDO 28/03/13