Rajoy subraya que la soberanía no es negociable y no reformará la Constitución

ABC 06/11/13

«Sería un enorme error modificar la ley para dar satisfacción a alguien que no se va a ver satisfecho»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, despejó ayer cualquier duda, si la hubiera, sobre su intención de no modificar la Constitución para satisfacer a Cataluña y frenar el desafío independentista de Artur Mas. La oportunidad de lanzar este mensaje la encontró en su respuesta a una pregunta del senador del PSC José Montilla en la sesión de control al Gobierno en el Senado. «Me da la impresión –dijo– de que plantear una reforma de la Constitución para dar satisfacción a alguien, que no se va a sentir satisfecho con esa reforma de la Constitución, es un enorme error. Yo, desde luego, no lo haré».

Pregunta del PSC

Si hace un mes, en esta misma Cámara, elevó el tono de su discurso afirmando que los catalanes tienen derecho a conocer una versión de la realidad que no es la «oficial»; ayer advirtió de que «España y la soberanía nacional, para mí, no son negociables».

El anzuelo para la reacción del presidente se lo había puesto el senador socialista al preguntarle por «las iniciativas políticas que tiene el Gobierno con Cataluña». Montilla aludió a la falta de propuestas del Gobierno de Rajoy para solucionar el problema catalán, afirmando que «brillan por su ausencia» y que actúa «ignorando o minimizando el problema existente».

La primera reacción del presidente fue advertirle de que su posición no ha cambiado y de que su respuesta «no va a ser distinta a lo que he dicho en ocasiones anteriores». Entre otras cosas, no va a cambiar porque «no es bueno y no parece razonable que el presidente cambie de criterio cuando se trata de un tema tan importante».

Siendo coherente con esta actitud, Rajoy situó su negativa a no cambiar la Constitución para dar satisfacción a Artur Mas en que «yo me presenté a las elecciones con un programa electoral en el que no hablaba de reformar la Constitución española, en el que no hablaba de reformar el marco normativo, en el que no hablaba de reformar las reglas de juego».

Diálogo con líneas rojas

Una vez expuesta su posición, entiende que «hay otras personas que piensan de otra manera y tienen perfecto derecho a hacerlo. Hay instrumentos en la legislación vigente para plantear reformas». Rajoy reiteró que su posición es la de «diálogo, pero hay algunos temas sobre los cuales a mí como presidente del Gobierno no se me puede pedir que ceda en mis planteamientos, porque el artículo 1 y 2 de la Constitución, España y la soberanía nacional, para mí, no son negociables, y estoy seguro de que para usted tampoco».

En su segunda intervención, Montilla intentó provocar al presidente haciendo alusiones a lo que entiende como estrategia del Gobierno de abrir el diálogo con Cataluña porque, a su juicio, «quien no escucha no puede hablar, y quien no habla no puede negociar, pactar, acordar, y quien no acuerda no sirve a su país, ni a los intereses generales». Por todo ello, se alegró de que «haya decidido rebajar la tensión y haber ordenado, usted me lo confirmará, moderación verbal y discreción en las aproximaciones».

En su réplica, el presidente no quiso entrar a valorar sobre «mi posición de moderación, diálogo o enfrentamiento», pero sí que le dijo al senador que «tengo que actuar con el equilibrio, la sensatez y el sentido común con el que debe actuar un presidente del Gobierno». Como hizo en su primera intervención, Rajoy volvió a hacer una defensa cerrada de la Constitución, aunque se encargó de matizar de que «no ninguneo vía alguna, ni desprecio, ni lo haré nunca, ninguna opinión».

Apoyar reformas

El presidente justificó su negativa a cambiar la Constitución en que «me da la impresión de que plantear una reforma de la Constitución para dar satisfacción a alguien que no se va a sentir satisfecho con esa reforma es un enorme error. Yo, desde luego, no lo haré». Finalmente, Rajoy recordó que «he apoyado las dos reformas de la Constitución que se plantearon en España. Pero es muy importante saber lo que queremos, tenerlo muy claro, como es muy importante lograr el máximo consenso posible y elegir bien el momento».

ABC 06/11/13