Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de reformular sus estadísticas desde 1995 y ha modificado las de los tres últimos años. Suele ocurrir. Primero se dan unas cifras provisionales que, por el contrario, tienen la virtud de la rapidez, y luego se pueden modificar una vez recabada más información y hechos los cálculos con mayor precisión y reposo.
Esta vez, sin embargo, hay algunas cuestiones sorprendentes. Es la tercera que lo hace y todas ellas han sido al alza, es decir, mejoran las estimaciones iniciales, lo cual siempre es bueno y conviene alegrarse por ello. Pero el problema está en que la revisión principal se refiere al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) registrado ¡en 2021!, que aumenta nada menos que nueve décimas y pasa del 5,5% al 6,4%, y al 5,8% el del año pasado.
¿No es demasiado largo el tiempo transcurrido entre la previsión y el dato definitivo? ¿No son demasiadas tres revisiones de los mismos datos? ¿A qué se debe el retraso y la reiteración? ¿Es inocente o tiene intencionalidad política el que se haga de nuevo justo ahora, en pleno debate sobre quién gobernará España los próximos cuatro años? ¿Dónde ha estado el fallo que explica el tamaño de tan gran diferencia? ¿Tienen algo que ver en ello los cambios introducidos en la cúpula del instituto, una vez que eran conocidas las desavenencias entre el Gobierno y los anteriores gestores? ¿Las cifras actuales son las definitivas o están sujetas a nuevas revisiones? ¿Somos unos malpensados y todo se explica por las complejidades inherentes al tema?
Ya puestos, el INE revisa también la caída del año 2020 –el centro de gravedad de la pandemia –, que mejora una décima y sube desde el -11,3% al -11,2%. No es un error, es que ambas cifras son negativas por el destrozo que provocó la enfermedad.
El tema de estas revisiones del INE tiene su importancia –en realidad no mucha porque afecta al pasado– dado que adelanta la fecha de la recuperación de la caída del PIB como consecuencia de la pandemia del covid-19 y ahora resulta que el PIB del cierre del 2022 superó ya en un 1,5% al registrado en 2019. ¿Está ahora más contento? Pues me alegro mucho. La revisión introduce 19.269 millones más en el PIB. ¿Los ha notado? ¡Gran visión! Y mejora todas la ratios que se relacionan con él, como el déficit y la deuda. ¡Que buena falta nos hacía! Porque estaban desbocados.