EL MUNDO – 03/03/16
· El líder de C’s pide «limpiar y cortar por lo sano» con el líder del PP, al que acusa de «pereza».
· Guante de seda y silenciador para apretar el gatillo. Albert Rivera llevaba semanas disparando. Daba al muñeco, pero no quería acertar en el corazón.
Ayer, premeditadamente, hizo diana de lleno. Desde un discurso moderado y cuajado de apelaciones al «sentido de Estado» y la «responsabilidad», se mostró en cambio duro y contundente con Mariano Rajoy, al que dio por finiquitado políticamente y señaló, una vez más, como claro obstáculo para un acuerdo con el PP. «Usted no es creíble para liderar esta nueva etapa política. Pido al PP que sean valientes para limpiar y cortar por lo sano, porque si no los españoles pensarán que votan a un partido que no es capaz de liderar la lucha contra la corrupción».
En Ciudadanos importan los matices. Encierran las claves. Hasta ahora Rivera señalaba que Rajoy no podía «abanderar la regeneración», «liderar un pacto contra la corrupción»… Ayer habló de «etapa política». Una generalidad que supone, de facto, inhabilitar al candidato del PP, desde su visión.
Rivera eligió para su certero disparo su primera comparecencia en el Congreso. Plataforma pública y mediática sin parangón. Consciente de la expectación, lanzó el mensaje que había acordado con su equipo: Rajoy no tiene papel en la nueva etapa política y las negociaciones por la gobernabilidad. Rajoy, que no el PP, porque el presidente de C’s matizó, y enfatizó, la diferencia entre ambos conceptos.
Rivera es consciente de que su única vía para formar Gobierno con el PSOE es la participación activa (voto a favor) o pasiva (abstención) del PP, pues además de tener la llave para que Sánchez sea presidente y, por ende, Ciudadanos forme parte del Ejecutivo –como ya confirman sin ambages en la dirección del partido–, su mayoría absoluta en el Senado es imprescindible para cualquier reforma de la Constitución. De hecho, quieren hablar a partir del próximo lunes. «Es tiempo de cambio, de diálogo, de darse la mano para reformar España, aunque usted [Rajoy] ya no quiere reunirse con Ciudadanos. Es tiempo de hombres y mujeres de acción y no de decirle no al Rey y a las reformas». Mano tendida al PP, sí, pero no a Rajoy. Contigo, pero sin ti.
Con este mensaje, además, Rivera se zafa de la presión de aquellos sectores que le criticaban que no pidiera directamente la cabeza de Rajoy. En su entorno consideran que él ya ha dado el paso adelante públicamente y ahora es el momento de que lo den aquellos que quieren la marcha del candidato del PP.
Las duras palabras de Rivera motivaron, incluso, que Rajoy pidiera intervenir por alusiones. Le dijo: «El PP no ha ganado las elecciones para hacer presidente al señor Sánchez». Y abandonó el Hemiciclo, como si no quisiera ni oír la réplica del líder de la formación emergente. «Con ustedes se ha politizado la justicia, hay más corrupción, hay cestos enteros de manzanas podridas e incluso lingotes de oro en algunas sedes. La corrupción no es un tema menor para los españoles. Si España tiene que impulsar un pacto contra la corrupción no es creíble que lo encabece Rajoy si no es capaz de limpiar su casa. Como dice la Guardia Civil, ustedes tienen ‘bandas organizadas’, y me pregunto: ¿los votantes del PP están de acuerdo con la corrupción de su partido?». Y añadió: «¿Por qué tengo que pensar que al que le da pereza ser presidente va a tener valentía para reformar España?».
Rivera no vaciló así en acusar a Rajoy de perezoso. «Es tiempo de ser valiente para cambiar las cosas. Nada se reforma desde la pereza y la cobardía». «A los que les da pereza dialogar les vienen tiempos difíciles». Llegó a decir que al PP le «da pereza la investidura». Insistió en ello en varias ocasiones, intentando transmitir la idea de inmovilismo. Los estrategas de C’s pretenden «que los españoles juzguen quién les ofrece soluciones y quién no», situando al PP y a Podemos como los culpables de la «pinza» que impide que España tenga Gobierno.
El toque a rebato de C’s contra Rajoy tiene, además, una lectura interna. El acuerdo con el PSOE –partido al que Rivera no criticó ni siquiera para advertirle de que estará vigilante para que lo cumpla– puede haber generado dudas y malestar en parte de sus votantes, la proveniente del PP. Con este mensaje, Rivera hace un guiño al centroderecha descontento con la gestión de Rajoy.
COMO «UN NIÑO DE 12 AÑOS»
El documento del PP. «Es el señor Rajoy el que ni ha aceptado el ofrecimiento del Rey ni ha querido sentarse a negociar. El señor Rajoy lo único que ha hecho es darle un papelito con cinco lemas al señor Rivera. Tampoco hay que ser registrador de la propiedad ni presidente de un Gobierno para hacer cinco ítems en un papel. Un niño de 12 años a lo mejor los puede hacer igual», dijo ayer Juan Carlos Girauta, portavoz de C’s, al término de la jornada.
EL MUNDO – 03/03/16