ABC 29/12/15
· Propone que quien presida el Congreso sea de un partido distinto al de Gobierno
Albert Rivera llegó a La Moncloa –era su tercera vez allí en lo que va de año– dispuesto a dejar claro que va a votar «no» a la investidura de Rajoy. Así lo hará en la primera votación para elegir presidente, pero a partir de ahí, se declara dispuesto a la abstención si con ello se abre una legislatura que cree fundamental para llevar a cabo cambios y reformas. «Antes de un bloqueo institucional, nos abstendríamos».
El líder del partido naranja tiene claro su papel: «Estar en una oposición responsable y útil para los ciudadanos». Y también, las reformas que considera prioritarias: un pacto nacional por la educación, una reforma institucional que suprima el Senado y abra una Cámara Territorial, la supresión de las diputaciones y la fusión de servicios públicos municipales; la reforma del empleo que incluya el contrato único y un estatuto nuevo para los autónomos; una nueva ley electoral; un nuevo sistema de financiación autonómico; medidas contra la corrupción…
Depende del PSOE
Pero todo esto «depende de que haya una legislatura y formemos Gobierno», porque «se pueden hacer eslóganes, pero las leyes deben llevarse al Parlamento». Por eso, instó a PP y PSOE a que «si hay algo entre ellos, nos avisen». Ellos, mientras, están a la espera, y dispuestos a dialogar con los demás pero siempre con «una línea infranqueable»: «La unidad de los españoles no se negocia».
Rajoy es consciente, dijo Rivera, de que «un Gobierno en minoría tiene que escuchar a la oposición, pero eso no es posible si no hay Gobierno». Pero ahora, indica, todo depende del PSOE: «Estamos todos condicionados a que los socialistas aclaren si quieren formar Gobierno con Podemos y otras once fuerzas, y cómo».
Albert Rivera cree que los electores han dado un mandato muy claro: «España ha pedido que la vieja política abra paso a la nueva». Y para justificar a continuación que pueda llegar a algún tipo de acuerdo con PP y PSOE para que gobiernen los primeros, señala que su partido es «el único que puede introducir lo que populares y socialistas no han hecho en décadas: si estamos nosotros podremos romper el inmovilismo».
La «hipoteca» de Podemos
Por lo que respecta al otro partido emergente, Podemos, niega la posibilidad de cualquier pacto con ellos porque «vamos a decir “no” a su programa electoral». A no ser, claro, que «dejaran de ser Podemos» y defendieran cosas diferentes. Pero «de momento, han dejado por escrito en acuerdo con otros partidos» su compromiso de hacer un referéndum en Cataluña. Esta «hipoteca», en palabras de Rivera, resta libertad de movimientos a Pablo Iglesias, que perdería casi 30 escaños sobrevenidos de «las “mareas”, los “compromís” y otros».
Para la futura composición de la Mesa del Congreso, propuso que el presidente de la Cámara sea de un partido diferente al que gobierne, para «abrir el mapa político».