EL PAÍS 10/02/16
· El presidente del Congreso, Patxi López, se compromete a intentar presentar la próxima semana una fecha para el debate
Pedro Sánchez planea someterse al debate de investidura en la primera semana del mes de marzo. A la espera del desarrollo de las conversaciones con el resto de partidos, fuentes próximas al líder socialista aseguran que trabaja con esta hipótesis, que supondría no rebasar el plazo de “al menos un mes” del que habló el 2 de febrero, cuando recibió el encargo del Rey para intentar formar Gobierno.
El presidente del Congreso, Patxi López, se comprometió este martes a intentar presentar la próxima semana en la Mesa del Congreso una fecha para ese debate. El PP renunció a presionar para que se adelante ese pleno.
Fuentes próximas al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, explican que su plan es celebrar dicho debate la semana que empieza el lunes, 29 de febrero, y termina el viernes, 4 de marzo. Esta previsión está dentro del plazo de entre tres semanas y un mes que Sánchez le pidió al presidente del Congreso, Patxi López, quien sigue considerando que ese lapso es razonable para que se lleven a cabo las conversaciones del PSOE con otros partidos. Se da la circunstancia de que Pedro Sánchez nació un 29 de febrero, es decir, en año bisiesto como este.
Los contactos que ya se han producido en la ronda con el resto de líderes y las reuniones técnicas de negociación mantienen inalterable esa previsión, siempre según las citadas fuentes. En este pronóstico entra la posibilidad de que se someta a aprobación entre las bases socialistas cualquier acuerdo al que pueda llegarse en estas semanas. Fuentes socialistas explican que en la sede del PSOE en Ferraz se trabaja en la forma en que se pondrá en marcha esa consulta con los militantes.
Mientras, en la Cámara baja los partidos se han dado una cierta tregua en la disputa sobre la fecha de la investidura, aunque todos insisten en la idea de hacerla cuanto antes. De hecho, en la Mesa del Congreso el asunto fue tratado, pero todos admitieron que, según el artículo 176 del Reglamento del Congreso, la convocatoria de este debate es competencia exclusiva del presidente de la Cámara.
El PP pidió la semana pasada que se fijara el 22 de febrero para ese pleno y así lo hizo explícito en un escrito dirigido a López. Sin embargo, ayer rectificó y lo sometió a votación en la reunión de la Mesa del Congreso. El asunto se trató, pero para que todos aceptaran el compromiso de López para que lleve la próxima semana una propuesta concreta de fecha para el debate de investidura.
Solo si se demorara más, los partidos, especialmente PP y Podemos, volverían a insistir en que se acelere el procedimiento. Por el momento, el partido de Pablo Iglesias también ha rectificado y ha renunciado a hacer causa de la convocatoria de ese pleno de investidura. No obstante, los representantes de Podemos en la Mesa, Gloria Elizo y Marcelo Expósito, aseguraron que no se traslada “un buen mensaje a la ciudadanía dilatando los plazos y teniendo abierta esa decisión sine die porque se genera una inquietud innecesaria”.
Sánchez ya dijo la semana pasada que su propósito es el de someterse a ese debate y a esa votación aunque a priori no tenga cerrados los votos suficientes para ser elegido. Habría una primera votación para la que se exige mayoría absoluta, es decir, 176 votos. Si no fuera posible, habría, a las 48 horas, una nueva votación para buscar la mayoría simple, entendida como más votos a favor que en contra.
La fecha del debate es fundamental porque, para el caso de que fracasaran los dos intentos, el reloj de los dos meses para la celebración de nuevas elecciones empezaría a correr tomando como inicio el día de la primera votación. Es decir, si fuera la primera semana de marzo, el plazo para convocar elecciones si no hay investidura acabaría a principios de mayo, para que los comicios fueran 54 días después.
Sin pleno previo
Inicialmente, los grupos y el propio presidente eran partidarios de que se celebrara ya algún pleno antes del de investidura, en contra de lo que ha ocurrido en otras legislaturas. Sin embargo, ahora rectifican y muestran reticencias, especialmente el PSOE, entre otras cosas porque ese pleno podría tener incidencia en las negociaciones, por ejemplo, si se someten a votación las iniciativas de PP y Ciudadanos sobre la unidad de España y contra el soberanismo.