Sánchez se ve presidente con el apoyo de Iglesias ante la inacción de sus barones

ABC – 21/01/16

· La dirección del PSOE insiste en que no ha negociado nada, pero PNV, IU y las «Mareas» ya han mostrado al Rey su preferencia por el líder socialista.

· Oficialmente, la dirección del PSOE insiste en que «no ha habido ningún contacto con nadie» para hablar de la investidura de Pedro Sánchez presidente del Gobierno, pero, como si de una conjunción astral se tratara, cuatro de las condiciones necesarias empiezan a darse: inacción del ganador de las elecciones, Mariano Rajoy; rechazo indubitado de los socialistas a apoyarle; predisposición ante el Rey de PNV, IU y socios minoritarios de Podemos (En Marea y Compromís) a votarle; y, sobre todo y por encima de todo, la aparente incapacidad de los barones del PSOE y vieja guardia para vetar un acuerdo que rechazan.

Porque, más allá de que los presidentes socialistas Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara o Emiliano García-Page hayan alzado la voz contra la idea de un gobierno rehén de los independentistas catalanes (ERC y DiL), no parecen tener fuerza orgánica –o tal vez entusiasmo político– para impedir a Sánchez su proyecto en la reunión del Comité Federal del 30 de enero. Ya lo intentaron en la anterior cita, el 28 de diciembre, y aparentemente han fracasado.

La resolución aprobada entonces dice claramente que es «innegociable» para el PSOE la «renuncia» al referéndum en Cataluña, pero eso no ha impedido el coqueteo de Sánchez con Podemos; bastó que Pablo Iglesias haya dejado la consulta en un segundo plano para alimentar el posible acuerdo. El líder socialista se ha atrevido incluso a dejar senadores a los independentistas de ERC y DiL para que formen grupo parlamentario en el Senado amparándose en la «cortesía parlamentaria». Los barones lo han criticado pero sin ir más allá, aunque diversas fuentes próximas aseguran que será objeto de debate en la reunión del 30 de enero.

Dar el «primer paso»

«Si Pedro Sánchez quiere ser investido, es él quien tiene que decir que proyecto quiere para España». La secretaría política de Podemos, con Íñigo Errejón al frente, daba la directriz a los suyos en un documento interno. El partido está dispuesto a negociar con el PSOE para facilitar un gobierno «progresista», pero es Sánchez quien debe dar el primer paso.

En Podemos creen que la pelota está en el tejado del líder del PSOE, puesto que es a él a quien «han prohibido» sus barones sentarse a hablar con ellos, según aseguran fuentes de la formación. Iglesias quiere además que sea así como Sánchez escenifique que el primer pulso con Podemos es en realidad un pulso interno con sus barones, en línea con las repetidas declaraciones en las que el propio Iglesias ahondaba en la llaga de que «Sánchez no es quien manda en su partido».

El líder de Podemos sabe de la debilidad de Sánchez y cree que su empeño en liderar un gobierno lo acabará llevando a dar su brazo a torcer ante sus exigencias, que flexibilizará lo justo para permitirle conformar ese gobierno. Si lo logra, Podemos no piensa ponérselo fácil y se augura una legislatura complicada para un Sánchez al que debilitarán al máximo. Si no lo logra, habrán sido sus propios barones quienes habrán cortado su cabeza desde dentro.

A Podemos no le gustó el golpe en la mesa de Sánchez, obligándole a constituirse como un único grupo parlamentario en lugar de cuatro, que interpretaron como una renuncia de los socialistas a entenderse con ellos. Sin embargo, Errejón reconocía el mismo martes en rueda de prensa que era momento de pasar página y zanjar el debate de los grupos. Ahora, es esa constitución en un único grupo la que podría facilitar el entendimiento.

Desde las filas de Iglesias insisten en que, hasta el momento, no se han establecido contactos con el PSOE ni negociaciones de ningún tipo. Pero ya las esperan. Dos de las tres las alianzas territoriales que forjó Podemos ya han mostrado abiertamente su disposición a apoyar a Sánchez, y será con ellos con quien el secretario general del PSOE tendrá que negociar directamente. Sin embargo, no se esperan divisiones internas. Ni siquiera con la rama catalana, que no renuncia al referéndum pero comparte estrategia con la dirección estatal de Podemos.

Hoy lo único que puede frenar el proyecto de Pedro Sánchez sigue siendo el polémico referéndum catalán. Ayer, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, cuya abstención es condición «sine qua non» para que Sánchez salga elegido por mayoría simple en segunda votación (167 diputados a favor frente a 163 en contra, los de PP y Ciudadanos) recordó: «Todavía no hemos oído nunca al PSOE que esté por el derecho de autodeterminación de Cataluña»; algo que, sin embargo, no indica que finalmente no se abstuvieran tras el primer rechazo.

Y el portavoz de DiL en el Congreso, Francesc Homs, señaló ayer, tras ver a Felipe VI, que están dispuestos a hablar con Sánchez «y con todos». Homs no quiso dar su apoyo explícito al líder socialista, al que advirtió de que esto no va a ser un «cambio de cromos» ; es decir, que la sola gestualidad de dejar que DiL se constituya como grupo parlamentario en el Senado no basta, porque los nacionalistas tienen muy clara su hoja de ruta.

ABC – 21/01/16