EL MUNDO – 05/02/16
· Los dos se reúnen la próxima semana con Rajoy y el líder socialista verá hoy a Iglesias.
Los líderes del PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera, parecen caminar hacia un acuerdo de investidura. Fuentes de ambos equipos explican que faltan semanas, que hay que ir «paso a paso», pero admiten que las conversaciones han empezado bien. Eso sí, aún hay muchas incógnitas. No está claro si Sánchez presidiría un Gobierno en solitario o si podría encabezar una coalición con C’s. También se desconoce quién sería el tercer socio que haría posible la investidura.
Lo que está claro es que la sintonía entre Sánchez y Rivera, en su reunión de ayer, fue total. Fuentes próximas a los dos admitieron ese «buen ambiente», que ahora se tendrá que trasladar a las delegaciones negociadoras, que empezarán a trabajar hoy sobre cinco puntos: empleo, regeneración democrática, desigualdad, Cataluña y Europa.
Sánchez valoró positivamente en rueda de prensa la «buena predisposición» de Rivera y que existen «espacios comunes» entre los dos partidos. «Hemos hablado de lo que nos une y no de sillones», aseguró, lanzando un dardo a Pablo Iglesias, que le exige la mitad de los ministerios.
Los dos partidos tienen «voluntad firme», dicen, de llegar a un acuerdo y de no repetir las elecciones. Eso sí, tienen un problema grave que fue resaltado por Rivera de forma elocuente: «Nadie puede gobernar si no tiene el acuerdo de tres partidos; es aritmética pura». El PSOE y C’s suman sólo 130 votos, muy lejos de los 176 de la mayoría absoluta. Los dos saben que necesitan el voto favorable o –al menos– la abstención del PP (119) o de Podemos (65).
Desde Ciudadanos consideran que este triángulo debe completarlo el PP. Por eso, Rivera instó ayer a Sánchez y a Rajoy a negociar para llegar a un acuerdo de investidura. C’s abrirá con el partido de Rajoy una mesa de diálogo paralela a la del PSOE. «No se puede avanzar sin que el PP participe de alguna manera», sentenció Rivera. «El PP tiene mayoría absoluta en el Senado y en el Congreso es necesario para temas como los Presupuestos, política antiterrorista, reforma constitucional, políticas sociales… No puede haber Gobierno sin que al PP se le tenga en cuenta», reflexionó.
Sánchez prefiere a Podemos antes que al PP, aunque a día de hoy se fía poco de Pablo Iglesias, explican fuentes socialistas. Sin embargo, en su entorno muchas voces aseguran que los votantes del PSOE entenderían mucho mejor un acuerdo con Podemos que la abstención del PP.
El PSOE exploró la posibilidad de que el PP se abstuviera antes de la primera renuncia de Rajoy en una reunión entre José Enrique Serrano y Jorge Moragas, como confirmó este diario en fuentes de la dirección del PSOE. El portavoz en el Congreso y el propio Serrano lo negaron ayer, pero Pedro Sánchez no quiso desmentirlo y sólo dijo que le había «sorprendido la información».
Los socialistas dan por imposible esa abstención –por la que apuestan algunos históricos– y prefieren buscar el apoyo de Podemos, aunque genere mucho rechazo en C’s.
La próxima semana, Sánchez y Rivera se reunirán por separado con Rajoy. La intención de C’s de sumar al PP pretende impedir que Podemos pueda tener protagonismo en el futuro Ejecutivo y aislar la capacidad de influencia de los nacionalistas. Por eso, apela a la «seriedad» y el «sentido de Estado» del PP.
LOS PUNTOS DE LA NEGOCIACIÓN
Paro y precariedad . El principal objetivo de las dos delegaciones es crear empleo estable. Sin embargo, los caminos para llegar a ello son distintos. Ayuda que los dos portavoces económicos, Jordi Sevilla y Luis Garicano sean liberales.
Regeneración democrática. El segundo tema en importancia para PSOE y C’s es la lucha contra la corrupción. Buscarán acuerdos para limitar los indultos y los aforamientos y para reformar la Ley Electoral y la Ley de Partidos.
Reforma de la Constitución. Coinciden en que hay que acometer cambios para, entre otras cuestiones, mejorar el encaje de Cataluña. Pero tienen distintas posiciones de partida. El PSOE quiere avanzar hacia un modelo federal y Ciudadanos apuesta por delimitar la transferencia de competencias.
EL MUNDO – 05/02/16