Sortu enaltece en el «Aberri Eguna» al etarra que voló la T-4

ABC 01/04/13

· Colocó carteles en los que se alude a Thierry» como «preso político asesinado».

· Impunidad Sortu pidió pasar página a 50 años de terror de ETA, al afirmar que «forma parte del pasado».

Barrena, en el acto de Sortu en Pamplona, junto a carteles en los que se ensalza a «Thierry». Foto Pablo Ojer
Barrena, en el acto de Sortu en Pamplona, junto a carteles en los que se ensalza a «Thierry». Foto Pablo Ojer

Resultó ser una coincidencia de fechas, pero Sortu utilizó el «Aberri Eguna» (Día de la Patria Vasca), celebrado ayer en Pamplona, para homenajear al exjefe de ETA, Javier López Peña, «Thierry», sin tapujos y desafiando la orden del Tribunal Constitucional de que no pueden participar en actos en los que se enaltezca el terrorismo, y mucho menos homenajear a terroristas.

A lo largo de la marcha, a la que acudieron miles de personas, se colocaron decenas de carteles firmados por Sortu con la foto del excabecilla etarra que ordenó volar la T-4 y rompió la tregua de 2007, acompañada del texto: «Preso político asesinado. Xabier López Peña muerto». Con estos carteles Sortu traspasa la línea roja que le trazó el Tribunal Constitucional al prohibirle la exaltación de los terroristas o la equiparación de la violencia terrorista con la coacción legítima del Estado de Derecho.

Incluso el portavoz de Sortu, Pernando Barrena, enmarcó la muerte del etarra dentro de las «consecuencias negativas» con las que amenazó ETA en el comunicado que hizo público el pasado martes. En sintonía con la banda criminal, Barrena exigió que «se eliminen las medidas de excepción aprobadas por el Partido Popular y el Partido Socialista». Según el dirigente de Sortu, «las tres cuartas partes de los presos encarcelados por motivos políticos deberían estar en la calle». Pero aún fue más allá y pidió «que se den pasos desde ya para que al final de este proceso no haya en las cárceles nadie por motivos políticos».

Prueba de la utilización del «Aberri Eguna» para hacer suyas las reivindicaciones etarras, Txutxi Ariznabarreta, portavoz de la «Red Independentistak», convocante del acto, aseguró que «estas situaciones tan dramáticas», en referencia a la muerte de «Thierry», «se van a superar con la creación del estado vasco».

En ningún momento el batasuno Barrena se refirió a las víctimas causadas por ETA. En cambio, insistió en llamar «presos políticos» a aquellos que cumplen condenas por sus crímenes. Además, buscó la impunidad al pedir que se pase página a medio siglo de terrorismo, ya que, en su opinión, «la situación anterior al 20 de octubre de 2011 forma parte ya del pasado».

Sin embargo, las calles del casco antiguo de Pamplona amanecieron ayer igual que en los años 80 y 90, plagadas de pancartas en las que se rendía homenaje al terrorista muerto el pasado sábado por un derrame cerebral en un hospital de París. Desde el casi tradicional «Jo Ta Ke», «luchar y pelear», hasta acusaciones directas contra Francia calificándola de «asesina». Del mismo modo, decenas de ikurriñas que portaban la foto del dirigente etarra y un crespón negro se colocaron en las paredes. 

Los proetarras insisten en justificar los asesinatos

«Las muertes son todas evitables, absolutamente», porque «tienen un origen político».

Los proetarras han utilizado las últimas semanas para intensificar la campaña que tiene como objetivo reescribir la historia del terror vivido en los últimos 40 años en el País Vasco. Primero fue la portavoz de Bildu en la Cámara de Vitoria, Laura Mintegi, quien aseguró, en referencia al brutal atentado que causó la muerte de Fernando Buesa y de su escolta, que se trataba de una «muerte política». Esas palabras, rechazadas desde todos los ámbitos políticos salvo el que ha sostenido a la banda terrorista todos estos años, sirvieron para que la Fiscalía del Tribunal Superior del País Vasco abriera diligencias por si eran constitutivas de delito.

A pesar de las críticas, los batasunos no se amedrentaron y solo unas horas después era el coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, quien afirmaba que no son lo mismo «los mercenarios de los GAL que los que han luchado por sus convicciones», en referencia a los etarras, por lo que pidió la puesta en libertad de «todos los presos de conciencia» que han sido juzgados «en jurisdicción de excepción». Aralar, en la actualidad, forma parte de Bildu y ha sido colonizada por el entorno proetarra.

También el coportavoz de Bildu en el Parlamento vasco, Julen Arzuaga, se pronunció en términos parecidos al afirmar que no se puede «desproveer de significado político las muertes» (es decir, los asesinatos salvajes de la banda). Continuando con un discurso previamente diseñado, añadió que haciendo una «lectura política» de lo ocurrido «no justificamos nada, no legitimamos nada».

Poco después de llegar al cargo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, advirtió a los líderes batasunos de que «se ha puesto en marcha el reloj de la ilegalización», aunque lo cierto es que no parece que se hayan producido avances en una materia tan delicada como esta.

Mientras tanto, los proetarras aprovechan cualquier circunstancia —la vista en Estrasburgo de la doctrina Parot o la muerte del sanguinario «Thierry» —, para seguir justificando los cientos de asesinatos de la banda.

ABC 01/04/13