Tal día como hoy

SANTIAGO GONZALEZ, 13/07/13

· El 12 de julio de 1997 era sábado. Hacía 49 horas que Txapote e Irantzu Gallastegi, con la colaboración necesaria del concejal de HB en Ermua, Ibon Muñoa, habían secuestrado al concejal del PP, Miguel Ángel Blanco, cuando de dirigía a su trabajo. A las cuatro de la tarde de aquel 12 de julio, lo abandonaron  en las afueras de Lasarte con dos tiros en la cabeza, disparados por Txapote, con una pistola de pequeño calibre, lo que hizo que tardara varias horas en morir.

Aquella tarde comenzó en Ermua una revolución sorda y cabreada, la de la indignación popular. Aquellos tres días en los que España se echó a la calle, también en las ciudades del País vasco y los cómplices de los asesinos supieron por primera vez qué era el miedo. Aquel día, un alcalde justo, Carlos Totorica, encabezó a sus convecinos como un flautista de nuestro tiempo para llevarlos hasta Eibar y volver, desfogando su cabreo, por vías cívicas.

Duró poco, la verdad. De hecho, hay que esforzarse un poco para recordarlo. No mucho después, Irantzu Gallastegi, presa en Francia, escribía una carta a la revista Kili-kili, que había ilustrado su propio padre, Lander Gallastegi y que contaba como anunciante única con la BBK. La revista animó a sus lectores a manifestar su apoyo a Irantzu. “Nuestros políticos son blandos. Por eso nuestra Irantzu tiene que ser dura”, decía el texto solidario.

Mi querido Jon Juaristi, con quien me cupo el honor de compartir el premio de la Fundación Miguel Ángel Blanco en 2004,  publicó en el quinto aniversario de aquel crimen una Tercera en ABC en la que trataba de la familia Gallastegi: ‘Cuando la estupidez precede al crimen‘.

SANTIAGO GONZALEZ, 13/07/13