Terrorista, timbre de gloria o baldón, según convenga

Del Blog de Santiago González

Ayer hubo momentos eléctricos en el Congreso. Cayetana Álvarez de Toledo, marquesa de Casa Fuerte, interpeló a Pablo Manuel Iglesias Turrión, después de que Pablo Iglesias, marqués de Galapagar, se dirigiese a ella reiteradamente como ‘señora marquesa’, con un resultado apoteósico. Véanlo.

“Ha hecho referencia a mi título de marquesa, clase social, a la aristocracia, una y otra vez, en definitiva….Como usted muy bien sabe, los hijos no somos responsables de nuestros padres, ni siquiera los padres somos del todo responsables de lo que vayan a ser nuestros hijos. Se lo voy a decir por primera y última vez: usted es el hijo de un terrorista, A esa aristocracia pertenece usted: a la del crimen político”.

Pablo Iglesias subió a la tribuna para replicar: “Si piensa que llamando terrorista a mi padre me va a provocar, se equivoca. Acaba de cometer un delito en esta tribuna […] Invitaré a mi padre (a mi señor padre, dijo exactamente) a que ejerza las acciones oportunas”. Ah, la inmunidad parlamentaria.

El delito al que se refiere el botarate segundo del Gobierno es el de calumnias, definido en el Código Penal, artículo 205, como:”Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad”. La propia definición lleva implícito el ‘exceptio veritatis’ que la anula. Lo curioso del asunto es que Cayetana Alvarez de Toledo no tiene que demostrar nada, ni siquiera que Javier Iglesias Peláez militara en el F.R.A.P., organización terrorista fundada por el PCE(ml). El propio Pablo Iglesias lo ha dicho paladinamente en repetidas ocasiones. Por ejemplo, en la necrológica que escribió a la muerte de Santiago Carrillo, en la que decía:

 «La entrevista (con Carrillo) me sirvió para reafirmarme en que no estaba de acuerdo con él en muchas cosas, pero también me hizo admirarle. Créanme si les digo que siendo hijo de un militante del FRAP y habiendo militado donde milité, tiene su mérito admirar a Carrillo», escribió. Y añadió: “Frente a Santiago descubrí que estaba ante el secretario general que condenó irremisiblemente a la mediocridad a todos los secretarios generales que llegaron después”. Pobre Alberto Garzón, a pesar de tenerte tan calado te hizo ministro.

En otra ocasión volvió a admitir la pertenencia de su padre a la organización terrorista en un tuit:

Mi padre frapero, dice el pollo y despide el tuit con un buenas noches que muy bien le podía dedicar Ramón Mercader a Trotsky: “besos y piolets” . He aquí una de las estrofas de Pedro Maura que le cantaba papá:

Juan Carlos en El Pardo debajo de un colchón
pregunta al momio Franco con temblorosa voz:
‎“¿De quién son esas voces que en la calle se oyen gritar?
‎¿Son acaso los del FRAP que me quieren degollar?”‎

Así se entiende que les enseñara a todas sus novias a cantar: “Felipe, no serás Rey, que vienen nuestros recortes y serán con guillotina”. Y los demás cantando a nuestros hijos el ‘Duerme, duerme, negrito’ o ‘Erase una vez un lobito bueno’, hay que joderse.

Pablo Iglesias blasona de la militancia del frapero o amenaza con querellas si terceros se creen sus impresiones. Eso no es calumnia, se ponga como se ponga, aunque cabe una posibilidad: que el FRAP fuese la banda terrorista de ‘El hombre que fue Jueves’, ya saben, la novela de Chesterton en la que un policía, Gabriel Syme se infiltra en una banda anarquista para descubrir que su cúpula, siete activistas que llevaban el nombre de los días de la semana, eran todos policías. Claro que yo no sé si esta posibilidad es más inquietante y humillante para este mindundi que ejerce de vicepresidente segundo del mindundi primero.

Luego están las tontas, bueno, las grupis. Irene Ceaucescu, ministra por designación de Pablo Iglesias:

“Debe de ser”, tendría que haber escrito la nuera fascinada. Javier Iglesias no se jugó el tipo por la democracia, sino por la organización terrorista en la que militaba, según reivindica orgullosamente su hijo. ¿Por qué CAT debe (de) ser más de Billy el Niño? Cayetana no había presumido de un padre antinazi, aunque habría podido hacerlo. Juan Illán Álvarez de Toledo fue de los pocos franceses que realmente combatieron al nazismo en la Resistencia. Él vivía con su familia en EEUU y viajó ex profeso a Francia para luchar.

Las menguadas van a pares. Inmaculada Colau, alcaldesa de la segunda ciudad de España, hizo su tuit:

No se pueden decir más tonterías con menos palabras: sin ninguna base, solo para difamar, inmoral, delito. Su última recomendación, el PP debería cesar de portavoz, es bocado que tienta a algunos compañeros de partido de CAT.

Mañana toca Macarena Olona.