ABC 08/06/15
Durante la pasada campaña de las municipales en Badalona, entre los partidos de izquierda cuajó una consigna unánime: «Echar a Albiol». Y así sucederá. Pese a la victoria del PP, diez concejales sobre un pleno consistorial de 27, la conformación de un frente de izquierdas desalojará a Xavier García Albiol (Badalona, 1967) de la alcaldía, que había ganado en 2011 tras décadas de hegemonia del PSC.
Un «pacto de perdedores» –como lo ha definido el alcalde en funciones– permitirá que sea la candidata de Guanyem Badalona, Dolors Sabater, quien con apenas cinco ediles gobierne la ciudad. Podemos y el independentismo anticapitalista de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) integran dicha plataforma, que en el pleno recibirá el apoyo del PSC (4 concejales), ERC (3) e ICV-EUiA (2). Estos dos últimos, y está por ver si el grupo socialista, pueden incluso formar gobierno de coalición. CiU, con dos ediles, y Ciudadanos (1) completan un Consistorio de fragmentación, en lo que el PP ya anticipa que va a ser un mandato marcado por la inestabilidad.
«Frentismo»
La «falta de sentido de Estado» y la «irresponsabilidad» del PSC, denuncian los populares, conducen el independentismo de la CUP a controlar la tercera ciudad en población de Cataluña. En el PPC, tal y como ha señalado su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, están convencidos de que la decisión pasará factura al PSC cuando en dos días «se cuelgue la estelada en el balcón del Ayuntamiento». Para los populares, el partido de Miquel Iceta se está apuntando a un «frentismo» para reeditar el «cordón sanitario» contra el PP, lo que podría implicar también la pérdida del otro ayuntamiento importante que controlan los populares, el de Castelledefels.
De hecho, el paso dado por el PSC en Badalona es si cabe mucho más arriesgado que el ofrecimiento hecho en Barcelona para gobernar junto a Ada Colau. En la capital catalana, la izquierda antisistema de la CUP se descolgó de la coalición ganadora, alegando la presencia de ICV. En el caso de Badalona, la CUP es quien gobenará la ciudad.
Del mismo modo que la polémica ha rodeado la gestión de Xavier García Albiol –de manera particular por sus política relativas a la inmigración, con denuncias incluidas–, el traspaso de poderes tampoco está resultando tranquilo. Desde Guanyem Badalona se ha acusado al alcalde de agitar la calle y de «generar incertidumbre y nerviosismo a través de las redes sociales con mensajes desestabilizadores que no se ajustan a la ética política». García Albiol, por contra, anuncia un traspaso de poderes modélico.