EL CORREO 03/11/13
· Decepcionados por la política antiterrorista de Rajoy, crece el número de damnificados por ETA que ven al partido magenta como el único que apoya sus intereses
Unión, Progreso y Democracia se ha convertido en un refugio para un número creciente de víctimas del terrorismo. O, al menos, para aquellas con una mayor proyección pública durante las legislaturas de José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Decepcionados por la política antiterrorista desempeñada por el Gobierno del PP, al que sitúan en la línea marcada por su antecesor socialista, algunos damnificados ven en el partido que lidera Rosa Díez su consuelo político. En definitiva, el único baluarte que defiende sus postulados en las instituciones.
El salto cualitativo se produjo en julio del pasado año y corrió a cargo de Consuelo Ordóñez. La presidenta de Covite, el colectivo de afectados mayoritario en Euskadi, se alejó del partido al que pertenecía su hermano Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA, en vísperas de las elecciones autonómicas para situarse del lado de la candidatura que lideraba Gorka Maneiro. Tradicionalmente ligada al PP vasco, Ordóñez participó en Vitoria, feudo popular, en la presentación de las listas territoriales de UPyD, donde hizo público su apoyo a la formación magenta por hacer «suyas nuestras propuestas», proclamó. Tres semanas antes había hecho lo propio en otro acto del partido que tuvo lugar en Valencia.
Tan significativo como aquel paso fue el que el viernes dio la expresidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo Maite Pagazaurtundua. La hermana del jefe de la Policía local de Andoain Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA en 2003, pronunció un discurso en la apertura del II congreso nacional de UPyD, en la que fue su reaparición en un gran acto público. Pagazaurtundua, que llegó a ser miembro de la dirección del PSE a mediados de los noventa –en la que compartió mesa con Rosa Díez–, lamentó que el PSOE se mantenga en «la zona gris» y no reaccione con mas contundencia frente a la izquierda abertzale.
El distanciamiento de la expresidenta de la FVT con los socialistas se gestó a raíz del proceso de paz de 2006. Pagazaurtundua –en la actualidad miembro de la ejecutiva de Covite– fue muy crítica con la decisión del Gobierno de Zapatero de negociar con ETA y con la de sus compañeros en Euskadi, con Patxi López a la cabeza, de reunirse de forma pública en el hotel Amara de San Sebastián con una delegación de la izquierda abertzale encabezada por Arnaldo Otegi.
La madre y la viuda de Joseba Pagazaurtundua ya apoyaron a UPyD formando parte de sus listas electorales del País Vasco en los comicios de 2011. La primera, Pilar Ruiz Albisu, fue en la candidatura al Ayuntamiento de Vitoria, mientras que Estíbaliz Garmendia cerró la lista por la circunscripción de Donostialdea a las Juntas Generales de Gipuzkoa. En esos mismos comicios, la plancha de la formación magenta por el municipio vizcaíno de Getxo la encabezó Luis Fernando Cadarso, cuyo padre, teniente coronel retirado de la Guardia Civil y del mismo nombre, fue asesinado por ETA en 1981. Miembro de la AVT, Cadarso estuvo en su día afiliado al PP
El partido de Mariano Rajoy –el PSOE en menor medida– se encuentra en una situación cuando menos incómoda. No es lo mismo estar en la oposición que en el Gobierno, y eso lo saben bien en las filas populares. Pese al inmovilismo que, tras el cese de la violencia de ETA, se le atribuye al Ejecutivo central desde Euskadi, en especial desde los sectores nacionalistas, cualquier paso que no comulgue con las peticiones de las víctimas es visto por algunos colectivos de afectados como una concesión a la banda terrorista y a su entorno.
Sucesión de hechos
La legalización de las diferentes siglas de la izquierda abertzale, la puesta en libertad del preso de ETA Uribetxebarria Bolinaga por motivos de salud o, recientemente, la sentencia de Estrasburgo que da un portazo a la ‘doctrina Parot’ han sido algunas de las gotas que han colmado el vaso de muchos afectados. Sin mencionar la Ley de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo aprobada por el Congreso, que ha sido duramente criticada por la inmensa mayoría de asociaciones de damnificados y que no contó finalmente con el respaldo de Unión, Progreso y Democracia.
Desde su nacimiento como partido en 2007, UPyD se ha mantenido del lado de las víctimas, hasta el punto de que su discurso está en plena sintonía con el que abanderan los colectivos mayoritarios, principales azotes en la actualidad del Gobierno de Rajoy. Un hecho que le ha valido los recelos del resto de partidos, que consideran su actitud una estrategia para atraer nuevos votantes.
Si su único parlamentario en Euskadi, Gorka Maneiro, se ha opuesto rotundamente al plan de paz o la creación del Instituto de la memoria que recogerá todas las vulneraciones de derechos humanos cometidas en el País Vasco –ambos proyectos han sido criticados por buena parte de los damnificados–, a nivel estatal Rosa Díez no dudó en acusar al presidente del Gobierno de «abandonar» a las víctimas. Muchos de los afiliados de UPyD, según reconocen desde la dirección nacional del partido, son víctimas, si bien la inmensa mayoría no se ha significado públicamente.
El fallo de Estrasburgo ha sido la ‘puntilla’. Rubén Múgica, que se sumó a UPyD desde sus inicios, fue especialmente tajante. Hijo del político socialista Fernando Múgica, asesinado por ETA en 1996, afirmó que «la culpa» de la sentencia «es de este Gobierno y del anterior», al tiempo que pidió a Rajoy que evitara una «excarcelación masiva de asesinos en serie». Los únicos partidos que respaldaron la concentración convocada el pasado domingo en Madrid por la AVT en protesta por la resolución judicial fueron el PP y UPyD. Los populares llegaron a ser tildados de «traidores» por algunos de los asistentes.
Si este malestar se traduce en votos es algo que los populares deberán esperar a averiguar en las próximas elecciones. En especial, en las generales de 2015. Hasta entonces el partido que lidera Mariano Rajoy deberá tener muy presente a UPyD en su retrovisor.