EL MUNDO – 12/07/15
· Por la mínima. El delfín señalado por Rosa Díez, Andrés Herzog, consiguió ayer ganar el liderazgo del partido en unas primarias ajustadísimas que le convirtieron en portavoz de Unión Progreso y Democracia por solo 57 votos de diferencia sobre la lista crítica de la diputada Irene Lozano.
Todo ocurrió según el guión escrito por Díez y por la dirección saliente, de la que Herzog era el número dos. El letrado mantendrá «la autonomía» de UPyD, dando carpetazo definitivo a la posibilidad de pactar con Ciudadanos, y tratará de reflotarlo de su crítica situación.
El congreso extraordinario de ayer demostró que UPyD está partido en dos mitades casi irreconciliables. El candidato apoyado por la dirección ganó las primarias. Pero la sorpresa fue que obtuvo una diferencia mínima sobre Lozano.
Herzog consiguió 802 votos (el 43%) frente a los 745 de Lozano (40%). Las otras dos candidaturas, también críticas, obtuvieron 225 votos (12%) y 61 (3%). Como lamentaban los partidarios de Lozano, sólo con los apoyos de la candidatura que menos votos obtuvo, la diputada podría haber ganado.
Herzog representa «la salvaguarda de las esencias y los principios» del partido y una línea continuista con la gestión del equipo saliente.
Su apuesta principal en la campaña electoral ha sido «defender la autonomía» de esta formación; es decir, rechazar reabrir las negociaciones con Ciudadanos, como quería hacer Lozano, para que UPyD siga siendo «libre y autónomo».
El nuevo portavoz hizo un llamamiento tras conocer los resultados a la unidad de todos: «Estamos juntos, salgamos unidos, cojamos impulso y salgamos ahí fuera a defender nuestras ideas y a recuperar la ilusión para nuestro proyecto político».
Herzog se encuentra una UPyD casi en demolición: con un ERE recién aprobado que supone el despido del 75% de su plantilla y el abandono de más de 50 de sus sedes (sólo se quedarán con una). Todo se precipitó después de que UPyD cosechara el pasado mayo los peores resultados de su historia. En las generales de 2011, UPyD tuvo el 4,69% de los votos (cinco diputados) y en las europeas de 2014 el 6,5%. En las municipales de mayo, sin embargo, la formación se desplomó, perdió a todos sus representantes en los parlamentos autonómicos y obtuvo un pírrico 1,04% en las municipales.
La votación de ayer se produjo a la vez que se celebraba el congreso y en decenas de urnas abiertas en toda España. El voto a cada candidato implicaba el apoyo a todo su equipo (21 personas), con lo que la integración de los críticos resulta imposible. Así lo impiden los Estatutos de UPyD.
El porcentaje de participación fue muy bajo a pesar de que el resultado estaba muy abierto. De los 4.028 militantes, votaron menos de la mitad: 1.893, el 47%, un síntoma más de la desmovilización y desmoralización que cunde en la formación.
Desde hoy, es posible que se produzca un goteo de abandonos
La mitad del partido que ha perdido el congreso está en radical desacuerdo con la línea que ha llevado la dirección, que consideran que ha hundido a esta formación. Como dijo Toni Cantó ayer, UPyD corre con Herzog el riesgo de desaparecer: «No se puede seguir cavando para descender más». Ni él ni Lozano quisieron hablar sobre su futuro. Pero Nacho Fernández, que fue candidato al Parlamento Europeo y encabezó una lista alternativa antes de integrarse en la de Lozano, fue el primero en anunciar a este diario su baja. La diputada crítica hizo un llamamiento a la unidad y ella se puso al frente: «ahora estamos todos a una».
El cónclave de ayer supuso la despedida de la política de Rosa Díez, que lleva 36 años en la primera línea (fue elegida diputada en Vizcaya por primera vez en 1979 y en las listas del PSOE). Díez hizo un llamamiento en su discurso –antes de que cerraran las urnas– a que «nadie arrebate» o «intente reescribir la historia» de UPyD. Y dio las gracias a todos sus afiliados por haberla apoyado desde la creación del partido, en septiembre de 2007.
Andrés Herzog Sánchez es conocido por ser el abogado que ha puesto contra las cuerdas a los anteriores directivos de Bankia. Herzog fue uno de los que destaparon el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid y encabezó demandas y querellas en la Audiencia Nacional por la supuesta estafa de las preferentes o por presuntos fraudes en múltiples cajas de ahorros.
El abogado de UPyD será desde hoy mismo el nuevo líder del partido. Donostiarra de 41 años, Herzog ha crecido políticamente a la sombra de Rosa Díez, a la que debe todo o, como matizó ayer en su discurso, «casi todo».
La diputada vasca le fichó en 2001, cuando él trabajaba en el prestigioso despacho de abogados Garrigues (donde estuvo 10 años, de 2001 a 2011). Y le incorporó al Grupo Parlamentario en el Congreso y al partido, como secretario general en la Cámara y director jurídico en la formación.
Trabajador incansable, meticuloso y tenaz, Herzog consiguió en muy poco tiempo convertirse en uno de los puntales de la formación gracias a la elaboración de iniciativas en el Congreso o por la coordinación de decenas de denuncias por muchos casos de corrupción. Destacó especialmente en las demandas interpuestas contra los escándalos de las cajas de ahorro.
En el segundo congreso del partido, en noviembre de 2012, Díez le fichó para su renovado Consejo de Dirección y le nombró responsable de Regeneración Democrática. Junto a Irene Lozano y Toni Cantó, el letrado donostiarra fue creciendo en la formación hasta despuntar como uno de los nuevos y jóvenes valores de la formación magenta.
Tímido y muy reservado, Andrés Herzog congenió enseguida con el equipo de vascos que puso en marcha el partido en 2007 y que ha seguido al frente hasta ahora –Díez, Carlos Martínez Gorriarán, Maite Pagazaurtundua y, después, Gorka Maneiro–. Eran los de Basta Ya, como le gustaba decir a Díez. Andrés Herzog conectó rápidamente con ellos y con su forma de trabajar.
Leal y disciplinado, el letrado vasco jamás se ha separado un milímetro de las directrices de Díez. Inteligente y hábil, siempre se ha sentido identificado con los planteamientos de la diputada, más aún cuando parte de la dirección comenzó a dimitir a finales del año pasado en desacuerdo con la deriva de la dirección. Quizá por ello, Díez le nombró en marzo portavoz adjunto de UPyD y le señaló así como su elegido para sucederla.
Herzog fue el enlace con Ciudadanos cuando empezaron a explorar la posibilidad de aliarse. Y fue también uno de los principales defensores de romper con ellos cuando puso negro sobre blanco en un duro informe que la práctica diaria de Ciudadanos no se correspondía con los valores que el partido de Albert Rivera dice defender.
Casado y sin hijos, Herzog tiene una ingente tarea por delante. Él no lo reconoce, pero es consciente de que toma las riendas de un partido en riesgo de desaparecer sepultado por «las esencias» que él defiende.
EL MUNDO – 12/07/15