EL CORREO, 11/7/12
Critica la intención de la banda de «influir» en el panorama político y rechaza las «lacerantes» acusaciones al PNV
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, interpretó ayer el último comunicado de ETA en clave de «amenaza velada» para recordar que aún «está ahí» con el objetivo de influir en la precampaña electoral vasca. El líder del partido jeltzale, al que los terroristas dedicaron sus mayores críticas por ser «comprensivo» con Rajoy, rechazó de forma tajante que la banda trate de «condicionar la vida política» y recalcó que su formación no va a informarles de lo que hace para «consolidar los pasos hacia la paz».
Urkullu apuntó que, detrás del comunicado que ETA hizo público el lunes para protestar por las detenciones y reafirmar su compromiso con el cese definitivo de su actividad, existe una intención de «recordar que está» presente en el escenario político con el objetivo de «influir» en la campaña de las próximas elecciones autonómicas. Sin embargo, el candidato a lehendakari del PNV se preguntó si la banda no ha dejado también «su ‘cagadita’ de supuestas amenazas veladas» en su texto.
En una entrevista radiofónica, Urkullu salió también al paso de las «lacerantes» acusaciones vertidas contra su partido, algo que se ha convertido en una «constante» en los últimos comunicados de ETA. En este sentido, recordó que es habitual que la banda haga de la crítica a los demás un «ejercicio permanente», y recalcó que la cúpula etarra se muestra más dura con el PNV porque, en «clave abertzale», es el «enemigo político de la izquierda abertzale» y de una organización terrorista que ha usado el «señuelo de objetivos políticos para sembrar el terror» y «dividir a una comunidad que no está dividida».
Frente a las acusaciones de que no están haciendo lo suficiente para apuntar el proceso de paz, Urkullu insistió en que en el PNV saben qué están haciendo para «ayudar» a «consolidar» el nuevo escenario y crear una sociedad lo «más próxima posible a una convivencia normalizada». Ahora bien, subrayó que de estas actuaciones no van a «dar cuenta» a ETA. «No vamos a entrar en ese juego», concluyó.
EL CORREO, 11/7/12