ABC 14/04/13
· La Generalitat hace alarde de una insumisión que ha sido tolerada.
Una administración insumisa, un gobierno en rebeldía. La Generalitat de Cataluña ha escalado esta semana un nuevo peldaño en su actitud de incumplimiento de la legalidad, en este caso, y no es novedad, en relación al modelo educativo en esta comunidad. En tono desafiante, el presidente Artur Mas y su consejera de Educación Irene Rigau, han anunciado su intención de no atender los últimos autos del TSJC, tan solo una prolongación de lo que viene siendo una vulneración continuada del artículo 118 de la Constitución, que consagra el «obligado cumplimiento» de sentencias y resoluciones judiciales.
En la escuela, en los ayuntamientos que no cumplen con la ley de Banderas, en las administraciones que siguen aplicando reglamentos lingüísticos enmendados por los tribunales… los casos de incumplimientos son abundantes, una postura insumisa que jurídica y políticamente se ha tolerado por una u otra razón, lo que no deja de generar graves interrogantes ante el proceso secesionista en Cataluña.
Rigau: «No cambia nada»
El caso más flagrante de insumisión se ha dado en el terreno educativo, donde la Generalitat lleva más de dos décadas desoyendo los autos y sentencias, cerca de una veintena desde que en 1994 el Tribunal Constitucional (TC) se pronunció sobre la Ley de Normalización Lingüística, que consagró el uso exclusivo del catalán en las aulas. Ni ese primer fallo, ni otros muchos que llegaron después —entre estos la sentencia del TC sobre el Estatuto de 2010, que descarta explícitamente que el catalán tenga un «uso preferente» en los colegios, otras seis del Supremo (TS) y las últimas diez interlocutorias del TSJC— han hecho que la Generalitat se replantee el modelo monolingüe.
Y el desafío prosigue. Ayer mismo, la consejera Rigau respondía con el anuncio de un nuevo desacato a la sentencia del TC que avala la competencia del Estado y no de la Generalitat en educación preescolar, lo que frustra sus planes para extender la inmersión a las guarderías. A la sentencia, adelantada el viernes por ABC, Rigau respondía con un «no cambia nada», lo habitual desde hace décadas.
Mas ve el «ataque» a los Pujol como los fusilamientos de Franco
Un ataque a los Pujol es un ataque a Cataluña. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, comparó ayer las denuncias sobre casos de corrupción que afectan a la familia Pujol con un ataque a Cataluña y a sus símbolos. Durante su intervención ante el Consejo Nacional de CDC, celebrado ayer en Sant Cugat (Barcelona), Mas aseguró que el expresidente Jordi Pujol, «como símbolo de Cataluña», está sufriendo ataques para minar su prestigio, algo que, aseguró, responde a una campaña del Estado.
«Ante esto, tenemos que decir, como partido y como país, que estos símbolos siguen siendo referentes importantes, con los que nos identificamos y que no dejaremos que los destruyan de cualquier manera», dijo Mas. El presidente catalán llegó a comparar estos «ataques» con los fusilamientos, durante y tras la Guerra Civil, del expresidente de la Generalitat Lluís Companys y el dirigente de UDC Manuel Carrasco i Formiguera.
No habrá presupuestos
Por otra parte, y en relación con la elaboración de los presupuestos de la Generalitat, Mas respondió al ministro Cristóbal Montoro que no piensa elaborarlos —ahora mismo tampoco tiene apoyos políticos para hacerlo— hasta que se conozca cuál es el nuevo techo de déficit que autoriza el Gobierno a las comunidades autónomas.
ABC 14/04/13