El pasado franquista de Lluís Llach

LIBERTAD DIGITAL  25/08/15
PABLO PLANAS

El cabeza de lista de Junts pel Sí en Gerona es Lluís Llach, cantautor, fundador de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), terrateniente, bodeguero y filántropo en Senegal, donde tiene una fundación y una propiedad en la playa. A sus 67 años aparenta quince menos según le da la luz y le pasan el photoshop, pero afirma que tiene «mucha prisa» por vivir en el paraíso independiente de la república catalana, que durante 28 años «padeció la dictadura franquista» y que hay que ponerse «manos a la obra» para romper con España.

Nada que objetar, salvo en lo de padecer una dictadura y que tal fuera la de Francisco Franco. De eso nada o como mucho, muy poco. La historiografía oficial difunde las dificultades para actuar del autor de «L’estaca» en la España de los años setenta, su «exilio» en París y su «compromiso» antifranquista. Recuérdese además que el abuelo Siset le hablaba de que si estirábamos todos, la estaca caería. Una letra entre líneas mientras veían los carros pasar. El himno de Podemos, Solidaridad y la primavera árabe. La estaca.

El abuelo Siset era Narcís Llansa Tubau, nacido a finales del XIX, quien llegó a concejal de ERC en Besalú, provincia de Gerona, durante la Segunda República y trabajó de barbero hasta su jubilación. Falleció en 1983, casi centenario. Afamado por su habilidad para pegar la hebra con la clientela, antimonárquico y antitaurino recalcitrante. Y no era abuelo de Llach, sino de su amigo de la infancia Ponç Feliu Llansa, exmagistrado del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Llach conoció a su abuelo a los 14 años, según el testimonio de Feliu. Narcís, l’avi Siset, y el entonces Luis fueron uña y carne durante un par de veranos en largas jornadas de pesca de carpas en el Ter. Siset, según su nieto real, pensaba que la canción de Llach era una memez. Tal vez se acordaba de cuando los franquistas de Besalú le obligaban a oír misa de rodillas tras la Guerra Civil.

¿Y quienes eran los franquistas de Besalú? Es muy probable que el adolescente Llach los conociera bien. En el blog Dolça Catalunya se tomaron la molestia de recopilar los antecedentes familiares y personales de Lluís Llach i Grande en noviembre del año pasado, cuando el aludido pidió el voto en el referéndum del 9 de noviembre en nombre del abuelo Siset, represaliado por el franquismo. De resultas del repaso, está probado que un tatarabuelo del cantautor separatista, Joaquim Llach i Coll, fue jefe carlista de la provincia de Gerona. Un abuelo llamado Manuel fue vocal de la Juventud Tradicionalista y somatén del pueblo gerundense de San Martín Viejo. Su abuelo materno, de apellido Grande, era policía en Barcelona y fue asesinado al principio de la Guerra Civil. Su padre, Josep Maria Llach i Llach, militó en el Requeté catalán, luchó como voluntario en el bando franquista y fue alcalde de Verges, en el Ampurdán, entre 1950 y 1963, así como jefe local del Movimiento. El propio Llach estuvo afiliado a los Cruzados de Cristo Rey en Figueras. Y él mismo ha afirmado: «Sí, yo fui lo que se podría decir un niño fascista». ¿Cantaría el Cara el Sol?

Lluís Llach, casi tres décadas padeciendo la dictadura franquista, según manifestó este domingo. ¿Quién lo hubiera imaginado? No hay dos Españas. Hay dos tipos de españoles y Llach es de los que siempre ganan.