Tal como se presumía, el lehendakari Urkullu convocó a comienzos de semana las elecciones autonómicas para el 5 de abril, domingo de Ramos. La legislatura acababa en octubre, pero argumentaba el lehendakari y argumentaba bien que en Euskadi se ha instalado un clima electoral que con el verano de por medio hace muy improbables los acuerdos legislativos. Había otra razón añadida: el anuncio de Torra de que piensa convocar las catalanas aunque sin decir cuando. Convenía acercar las nuestras separándolas lo más posible del mal influjo que podrían suponer aquellas. El partido guía no deja de ser sensible a las proclamas secesionistas, pero lo de Cataluña le parece quizá un modelo exagerado cuya influencia solo podría beneficiar a EHBildu.

Ahora hemos sabido que había un tercer motivo para el adelanto: la encuesta de EiTB Focus que hizo su trabajo de campo en los cuatro primeros días de febrero. Parece claro que los resultados ya los conocía el lehendakari el 11 de febrero, en el momento de anunciar el adelanto electoral. Las entrañas de la oca se mostraban muy favorables a la causa: El PNV se alzaría con 31-32 escaños, a la altura de sus mejores resultados históricos, seguido a considerable distancia por Bildu, que podría ganar uno o perder uno. En tercer lugar quedaría el PSE, que siempre ha sido un socio pastueño para el PNV y ganarían entre dos y tres escaños, para plantarse en 11 o 12, muy lejos de aquellos 25 que obtuvo Patxi López, y que le permitieron instalarse en Ajuria Enea con el concurso de los 13 diputados del PP.

Elkarrekin Podemos cedería su tercer puesto al PSE y quedaría cuarto, perdiendo los mismos diputados que ganan los socialistas vascos. El PP no es muy querido por la encuesta; de los 9 escaños que tiene ahora pasaría a 5 ó 6. Vox y Ciudadanos seguirían sin mojar, pero con experiencias contrarias. El partido de Abascal pasaría del irrelevante 0,1% que obtuvo en 2016 al 2,1% que le augura la encuesta, mientras C’s, que tuvo el 2% pasaría al 0,7%. Vistas así las cosas no parece que la idea de Euskadi Suma tenga un porvenir muy halagüeño con 5 ó 6 escaños de un total de 75.

Claro que no toda la realidad se contiene en unas encuestas favorables. El desastre del vertedero de Zaldibar, ha conseguido emplazar al lehendakari a comparecer en el Parlamento vasco el martes próximo para explicar en sede parlamentariaa demanda de los tres partidos de la oposición: EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP. Bildu  convocó ayer por la tarde una rueda de prensa para denunciar la encuesta como una manipulación cuyos resultados no cuadran con las elecciones celebradas el año pasado, ni con las encuestas que tiene la Izquierda Abertzale.

Urkullu deberá comparecer a propósito de un asunto que se presenta complicado: no solo han fallecido dos obreros sepultados entre la basura, sino que medio centenar de trabajadores y miembros de servicios de emergencia buscaron a sus compañeros sin saber que en la basura había restos de placas de amianto. Hay en ello dos posibles delitos contra la salud que investiga un juzgado de Durango. En el vertedero se habían detectado irregularidades hace un año y en 2015 una sentencia dictaminó que la montaña ahora derrumbada almacenaba vertidos ilegales. Los antiguos batasunos no han renunciado a sacar tajada política del asunto han vertido basura a las puertas de diez batzokis, que iban acompañados de carteles incriminatorios.