JUAN CARLOS GIRAUTA-ABC

  • Esto tenemos: un Gobierno dependiente de Bildu, ergo de Sortu, ergo de lo que siempre se ha llamado «ETA y su entorno»

Dice el tópico que «ETA fue derrotada por todos». Niego la mayor: ETA no fue derrotada. ETA ha triunfado. Es esta una verdad amarga donde las haya, pero el primer paso para una vida libre es no engañarse. Lo que sí ha sucedido es que el nacionalismo vasco que practicó durante décadas el terrorismo (sobre todo en democracia) cambió de estrategia basándose en un facilísimo análisis coste-beneficio y en la disponibilidad de Zapatero para iniciar un camino de concesiones que solo ahora está finalizando con el envío de todos los etarras a un País Vasco con competencia de prisiones.

En el análisis coste-beneficio, la primera parte era ya insoportable para la banda, que había llegado prácticamente al descabezamiento y disolución. Y eso no fue un mérito «de todos», bonita mentira que calienta corazones helados por la culpa del silencio, en el mejor de los casos. Fue mérito de policías, guardias civiles, jueces y fiscales de la Audiencia Nacional. Y de sus familias. Y de los valientes que jugándose la vida, y a veces perdiéndola, señalaron a los terroristas como lo que eran desde la política y la prensa. Nadie más puede arrogarse el mérito de obligar a esos nacionalistas vascos a abandonar el terrorismo. Solo tras el estallido de justa ira que siguió al martirio de Miguel Ángel Blanco reaccionó la sociedad española como debía, pero los socialistas impidieron que el fuego devorara las herriko tabernas y el PNV impidió (Estella) que ETA fuera realmente derrotada. Error que está a punto de pagar, por cierto, siendo sustituido en el poder por aquellos «muchachos» a los que tanto ayudaron. Pues es el caso que sin los pactos de Estella no hubiera sido precisa, ni siquiera digna de plantearse, negociación alguna con ETA, y entonces sí podríamos afirmar hoy con todo derecho que «ETA fue derrotada».

¿Qué derrota es esa que impone, gracias a un TC de dos colorines, la legalización del brazo político de ETA burlando lo resuelto por el Supremo? ¿Desde cuándo puede considerarse una derrota que la red que mataba, secuestraba y extorsionaba siga teniendo intimidados a gran parte de los vascos? ¿Han visto a algún derrotado que sea proclamado por el presidente del Gobierno enemigo como decisor de Estado? Esto tenemos: un Gobierno dependiente de Bildu, ergo de Sortu, ergo de lo que siempre se ha llamado «ETA y su entorno». Tenemos a los que abandonaron las armas, no la intimidación, participando en la fabricación de una memoria democrática que es, por supuesto, lo contrario: olvido. Olvido de la parte en la que destripaban hombres, mujeres y niños en Hipercor, en el cuartel de Vic, en la plaza de la República Dominicana. Y quizás algo peor, la sublimación de la sangre en el asfalto, las vísceras reventadas y el paraguas de López de Lacalle: fue desagradable pero necesario (ese oprobio ya corre). Y poder político. Qué derrota más rara. Imagínate si llegan a ganar.