Fernández Díaz dice que ETA quiere «infiltrarse» entre los estudiantes

EL CORREO 19/12/13

· El ministro del Interior afirma que la banda da un «carácter prioritario» a la Educación para «reclutar» nuevos militantes

El ministro del Interior insistió ayer en la tesis de que ETA está infiltrándose en el mundo educativo, un planteamiento en el que ya incidió la semana pasada al desvelarse un informe de la Guardia Civil que vinculaba a profesores euskaldunes de Navarra con el entorno de ETA y de la izquierda abertzale. Durante esa intervención, aseguró que el Gobierno trabaja en la redacción de una nueva ley para evitar que terroristas y violadores puedan ser profesores. Ayer fue un paso más allá, y para reforzar sus planteamientos, se mostró convencido de que la banda armada «da instrucciones para infiltrarse entre los estudiantes vascos y navarros».
Fernández Díaz hizo estas declaraciones en el Congreso en respuesta a una interpelación del diputado de Amaiur Sabino Cuadra sobre el «seguimiento policial y la criminalización del profesorado del modelo D en Navarra». El ministro fue rotundo. Denunció el «carácter prioritario» que dan los etarras «en su estrategia al control de la Educación, el adiestramiento y reclutamiento de nuevos militantes para sus fines políticos y criminales».
En este sentido, aseguró que «hay muchos documentos públicos fácilmente accesibles a través de Internet» en los que «el entorno de ETA afirma todavía el carácter estratégico básico y prioritario de la Educación». Para justificar estas afirmaciones, el ministro del Interior leyó un texto de Segi sostiene en el que se afirma que «el sistema educativo tiene tremenda importancia en la sociedad» y que «para estructurar la independencia y el socialismo hay que convertir a los estudiantes en un instrumento revolucionario». Segi fue ilegalizada por la Justicia por ejercer como la cantera de ETA y anunció su autodisolución en junio de 2012.
Según Fernández Díaz, la banda ha usado a Jarrai, Haika, Segi y a Ikasle Abertzaleak en los colegios, ikastolas, institutos y universidades. «Y es que el mundo de ETA siempre ha pretendido controlar la educación en el País Vasco y Navarra», zanjó el máximo responsable de las fuerzas de Seguridad.
Sin embargo, negó que la Policía o la Guardia Civil realice seguimientos a nadie «por el hecho de tener una profesión, pero defendió que el Instituto Armado «viene constatando» en la Educación una situación que se remonta a hace muchos años, e insistió en que el Gobierno va a poner «todos los medios a su alcance para evitar que personas que han ejercido el terrorismo puedan ejercer como educadores».

«Terrible ironía»
El ministro citó algún caso concreto, como el de Gorka Loran, «maestro de Educación Primaria que fue arrestado hace diez años cuando iba a colocar 50 kilos de explosivos en la estación de Chamartín». «¿Cree que se le detuvo por ser navarro, profesor o hablar en euskera?», le preguntó el ministro a Sabino Cuadra.
«¡Qué terrible ironía, que un educador de unos niños pretenda la muerte de otros!», sentenció Fernández Díaz, quien señaló que la enseñanza de los jóvenes debe ser esencialmente democrática. «Lo mismo que usted exigiría que su hijo no tuviera como profesor a un violador en serie, yo, como ministro del Interior, no quiero que ningún niño vasco o navarro tenga como profesor a ningún violador ni a ningún terrorista», insistió.
En un tono muy duro, Fernández Díaz volvió a pedir al representante de Amaiur que exija a ETA su disolución y que condene «por fin su siniestra y lamentable historia». Además, le indicó que si Amaiur está tan preocupado con la dispersión de los presos de ETA debería pedir a la banda que se disuelva.
El diputado de Amaiur, que subió a la tribuna de oradores ataviado con una camiseta de la bandera independentista catalana (la ‘estelada’), exigió a Fernández Díaz que abra un expediente disciplinario a los guardias civiles que elaboraron este informe que ha calificado como una lista negra.
«Sólo por esto ya debería dimitir», le espetó, al tiempo que le preguntó si su Departamento ha hecho algún informe para medir el nivel de infiltración «fascista y nazi» en las fuerzas de Seguridad.