Hoy Grecia, mañana… ¿Catalunya?

EL CONFIDENCIAL 06/07/15
S. MCCOY

· Lo razonable es que hubiera finalmente un pacto si Grecia no quiere verse abocada a décadas de pobreza. Un riesgo que sus dirigentes no quieren contemplar como real
Ha ganado el ‘no’. 

Se ha escrito tanto en la última semana sobre las consecuencias de esta decisión del pueblo griego que no merece la pena entretenerse mucho más. Los acontecimientos cambian muy rápido y lo que ahora es tragedia mañana se puede convertir en comedia. Y viceversa. Lo razonable sería que hubiera finalmente un pacto si Grecia no quiere verse abocada a décadas de pobreza. Un riesgo que sus dirigentes no quieren contemplar como real. Se equivocan. Si la estrategia de la extorsión les ha fallado, la del enemigo externo no impedirá que el país se hunda. De hecho, merece la pena leer el artículo de Daniel Lacalle de hoy sobre el particular. No se lo pierdan.

Ha sido precisamente disfrutando de sus líneas que me ha venido a la cabeza Catalunya como una inesperada candidata a seguir los pasos de los helenos, no tanto en relación con Europa cuanto con España. Las similitudes son tremendas. Años de mal gobierno han situado sus finanzas en una posición crítica; la fractura parlamentaria ha propiciado lo que parecía imposible, la desaparición de sus principales fuerzas políticas y la emergencia como alternativa de una amalgama de formaciones de extrema izquierda para las que la ley es un concepto relativo; este grupo buscará en la utopía la vía de perpetuarse en el poder y tratará la riqueza como enemiga, lo que no tardará en propiciar una fuga masiva de capital y una deslocalización empresarial aún mayor que la que se ha materializado ya; y, por si fuera poco, la necesidad de un ente al que culpar de los males derivados de sus actuaciones conducirá a la independencia como único camino posible, por más que de inicio sean lobos disfrazados de piel de cordero que la mantienen alejada de su ideario formal. Harán para ello, como no podía ser de otra manera, un uso partidista de todos los medios públicos a su disposición. Syriza ha marcado el camino.

Me viene a la cabeza Catalunya como una inesperada candidata a seguir los pasos de los helenos. Las similitudes son tremendas

Algunos podrán decir que es una exageración, pero se equivocan. Al final el Podemos de la ensoñación está ocupando espacios reales que ni en sus mejores sueños pudo imaginar. Ya gobierna, bajo marca blanca eso sí, la dos principales ciudades de España. El caso de Catalunya, el sucesivo abandono de los rivales le está dando cancha para consolidar una posición de fuerza. Muerto el PP, defenestrado el PSC, la ruptura de Convergència i Unió tiene mucho más alcance de lo que puede parecer. La ambigüedad condenará a los de Duran i Lleida a la insignificancia, en beneficio de Ciudadanos, mientras que la radicalidad de CDC llevará una parte de su voto al original, mucho más creíble que el sucedáneo, lleve los apellidos que lleve dentro de la ANC. En este río revuelto solo aparece un pescador como potencial beneficiado: la Catalunya en común de las Colau y compañía. Y si se afianzan, no se les saca de ahí ni con agua caliente.

Vamos a ver cómo devienen los acontecimientos allende nuestras fronteras. Lo que sí les puedo asegurar es que no está nuestro país para mucho divertimento con lo que sucede ahí fuera. Aquí se están produciendo movimientos tectónicos de calado que las ramas de las reminiscencias griegas impiden apreciar en su verdadera dimensión. Con un problema adicional: el sentimiento de patria, de persecución de la propia identidad, supone un refuerzo adicional a los movimientos sociales de este perfil del que carecen los griegos que, en definitiva, cuentan con estado propio, por más que esté de facto intervenido. No será menor el nivel de reivindicación. Más bien lo contrario.

¿Locura para empezar la semana? Vamos viendo acontecimientos y, al final del camino, me cuentan.

Buena semana a todos.