La CUP reúne a su militancia para debatir el futuro de Mas

EL MUNDO – 29/11/15

· El President se enfrenta a un escenario crítico sea cual sea la decisión de los anticapitalistas.

· El futuro político de Artur Mas está en manos de la CUP, un partido de marcado perfil antisistema que hoy reúne a 1.600 militantes (tiene 1.700) en un pabellón de Manresa para debatir si traicionan su promesa de no investir al president a cambio de lograr una ruptura exprés con el Estado.

La aritmética parlamentaria de las elecciones autonómicas del 27-S ha querido que Convergència, una formación de fuerte carácter conservador, tenga que vérselas con su antítesis ideológica para asegurarse la reelección de un líder que ha perdido en las urnas la mitad de los escaños de su partido desde 2010 y que ha dejado a Unió por el camino para conquistar a Esquerra a través de la independencia.

Ante el probable nuevo no de la CUP de hoy, Artur Mas se enfrenta al peor escenario posible: seguir negociando su investidura con un partido que no ha dudado en rechazar públicamente cuantas ofertas ha recibido, inclusive la de una presidencia coral con Neus Munté, Oriol Junqueras y Raül Romeva como guardaespaldas del líder convergente. Todo con el precipicio de otras elecciones autonómicas anticipadas en marzo, las cuartas en seis años, que cogerían a CDC en pleno entierro de sus siglas.

En caso de que la CUP ceda y dé sus votos a Mas en beneficio del proceso, el president deberá hacer frente a la división interna que provocará en CDC el pacto con un partido de alma antisistema, que reniega de la Unión Europea y de las políticas económicas liberales que tanto ha defendido CiU en su Historia. Así pues, la situación de Mas seguirá siendo muy delicada sea cual sea la decisión que adopte la CUP de entre las opciones que se le presentan.

‘SÍ’ A MAS ANTES DEL 20-D.

La efímera coalición de Junts pel Sí espera cerrar el pacto con la CUP antes de las elecciones generales para evitar que un mal resultado de Convergència –que se presenta como Democràcia i Llibertat– ponga en evidencia la fragilidad de la candidatura de Mas al frente de la Generalitat. La CUP, por su parte, rechaza una nueva convocatoria electoral en marzo al ver más cerca que nunca la «desconexión» exprés de Cataluña aprobada al constituirse el Parlament.

De hecho, el líder del partido anticapitalista en Mataró, Juli Cuéllar, ya se ha mostrado partidario de investir al president en funciones a cambio de asegurar la independencia y de cerrar cualquier vía de diálogo después de los comicios generales. Una opción que también planteó el cabeza de cartel de Democràcia i Llibertat para el 20-D y mano derecha de Mas, Francesc Homs, estos últimos días y que dejaría a Mas de president, pero sin ningún margen para encontrar una salida negociada con el Estado.

‘SÍ’ A MAS TRAS EL 20-D.

La CUP no concurrirá a las elecciones generales de diciembre porque no se siente interpelada a presentarse al no reconocer el Congreso español. Una decisión que ejemplifica su espíritu de ruptura y que da al partido antisistema cierto margen de maniobra para negociar con Junts pel Sí la Presidencia de la Generalitat. Además, en la CUP esperan que el previsible mal resultado de CDC en las generales –las encuestas sitúan a Ciutadans, Esquerra e incluso Podemos por delante– avale su veto al president y acabe por debilitar su candidatura a ojos de ERC.

La formación antisistema también confía en que el hipotético avance de En Comú Podem, la candidatura de Podemos y Ada Colau en suelo catalán, se traduzca en un acercamiento de Catalunya Sí que es Pot al bando de izquierdas para desmarcarse del bloque constitucionalista de Ciutadans, PP y PSC en el Parlament. Motivos más que suficientes para que la CUP opte por dilatar la negociación a la espera del paso atrás del president.

‘NO’ A MAS Y ELECCIONES EN MARZO.

La CUP ha repetido por activa y por pasiva que no investirá a Mas al representar todos los valores que la formación anticapitalista rechaza. Los recortes que el Ejecutivo de CiU inauguró en 2011 en materia de sanidad y educación enervaron a un partido que no ha dejado de manifestarse en contra de Convergència en los últimos años. La CUP también rechaza el estigma de la corrupción de un partido que se ha visto salpicado por el caso Palau o el 3%. De hecho, David Fernàndez, líder natural de los anticapitalistas y ex diputado, fue el encargado de presidir la comisión sobre Pujol en el Parlament.

«Queremos alejar la poltrona presidencial de quien ha liderado los recortes más antisociales, de quien ha procurado esconder la histórica corrupción de la burguesía catalana tras una estelada azul, de quien ha apostado siempre por las empresas antes que por las personas», insistían las juventudes del partido antisistema esta misma semana. Por tanto, el no a Mas y la opción de unas nuevas elecciones en marzo con Convergència y Esquerra por separado cobra fuerza pese al recelo de todas las formaciones soberanistas.

EL MUNDO – 29/11/15