La hora de Pedro Sánchez

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 02/03/16

· Pedro Sánchez seguirá con Rivera como único acompañante, muy lejos de la presidencia del Gobierno.

Finálmente, Pedro Sánchez tuvo su día estelar. Su momento de gloria. Solo, sin que nadie le contradijese, gracias a la obsequiosidad de su amigo Patxi López. Fue el suyo un discurso largo, pomposo, lleno de ideas sublimes y llamamientos a los corazones sensibles. Un discurso en el que había de todo y para todos, con él, «orgulloso y humilde», en el centro del alborotado escenario político español. Los analistas difieren al analizarlo. Unos dicen que se dirigía a Podemos, con medidas de profundo sentido social, en busca de su abstención, si no lograba su apoyo cuando se vote su investidura.

Otros lo vieron como un guiño hacia el PP, con medidas que podrían encajar en su programa. ¿Quién tiene razón? Los dos. Pedro Sánchez corteja a ambos y espera convencer al menos a uno de ellos. Por lo que nos dijeron sus portavoces, no ha convencido al uno ni al otro. Errejón, segundo hombre de Iglesias, se lo dijo con su acostumbrada contundencia: «No se puede contentar a todos al mismo tiempo. Sánchez tiene que elegir». Lo que significa que Pedro Sánchez seguirá con Rivera como único acompañante, muy lejos de la presidencia del Gobierno.

Su largo y prolijo discurso de candidatura nos ha mostrado que sólo tiene un argumento de peso: que si no le eligen a él, el PP continuará gobernando de una forma u otra. Lo que seguro causa efecto en la izquierda, e incluso en ciertos sectores de la derecha que han desarrollado un odio enfermizo hacia Rajoy y piden su retirada sin calcular qué vendrá luego. Rajoy ya ha dicho que no lo hará, por coherencia, responsabilidad y respeto a los 7,2 millones de españoles que le votaron.

La pregunta ahora es qué pasará a partir del próximo día 5, tras perder Sánchez la segunda votación y España siga con un gobierno en funciones. Los italianos son expertos en este tipo de situaciones e incluso sacan provecho de ellas, pues saben improvisar y no confían en los gobiernos como nosotros, que estamos empadrados con ellos. Estoy seguro de que Sánchez considerará un éxito su doble derrota, como consideró el varapalo del 20-D. Muchos le animarán a continuar su empeño en obtener la presidencia, pues cuanto más débil esté, más podrán sacar de él. El problema es que se odian entre sí tanto o más que a Rajoy. Quiero decir que las posibilidades de que lleguen a un acuerdo de gobierno con programas tan distintos son, no voy a decir nulas, en política no existe esa palabra, pero sí remotas.

¿Lo intentará Rajoy? Él ya ha dicho que, si no cuenta con los votos suficientes, no engañará ni hará perder el tiempo a los españoles con otro montaje teatral. Lo que lleva directamente a unas nuevas elecciones. A menos que, como en la fábula del niño que descubrió que el rey iba desnudo, a alguien se le ocurra preguntar: ¿y si quien sobra es Pedro Sánchez?

Pero no creo que haya tanta imaginación, o valentía, en nuestra política.

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 02/03/16