La policía política de la Generalidad

LIBERTAD DIGITAL  21/05/15
PABLO PLANAS

El consejero de Interior de la Generalidad catalana, Ramon Espadaler, es un hombre melifluo, un fofisano bonachón de mano blandengue y aires píos, como corresponde en Unió, su partido. Ya fue consejero en el último Gobierno de Pujol y ahora ejerce el cargo con un punto entre pachorra y pachuli que es muy del agrado del nacionalismo «sensato» que dice representar. Espadaler es modosito y obediente, muy bien mandado, tanto que Mas y Duran, que no se hablan, lo tienen pluriempleado como correveidile de ambos. El desprecio con el que le tratan es inversamente proporcional a las responsabilidades del andoba de la porra catalana.

Dos hechos ocurridos en los últimos días describen con profusión de trazos a este distinguido miembro de la fauna y flora política en Cataluña. Siguiendo instrucciones de Mas, ha denunciado que la Policía Nacional se chivó a unos yihadistas de que los Mossos iban tras ellos, con grave riesgo para la vida de un agente autonómico infiltrado en la célula. El argumento de la película es tan endeble como mezquino, pero los consejeros y altos cargos de la Generalidad difunden esa especie con insistencia machacona, sin aportar prueba alguna y sin mayores problemas de conciencia.

El segundo detalle que retrata a Espadaler está relacionado con la exhibición de banderas independentistas en los balcones consistoriales, la estelada o cubana en lenguaje coloquial. A consecuencia de una denuncia de Sociedad Civil Catalana, la Junta Electoral ordenó hace una semana la retirada de esas banderas de los edificios públicos, ayuntamientos incluidos. Mas conminó a sus alcaldes en público para que aguantaran la tela en las fachadas. Ahora, en la recta final de la campaña, con los alcaldes temblando por si las moscas, Mas ha mandado arriar trapo y el inefable Espadaler llama por teléfono a los munícipes para pedirles que por favor se sirvan retirar el pendón hasta el día después de las municipales. «No nos podemos permitir la imagen de los Mossos retirando las esteladas», les dice y declara en público. ¿Y eso? ¿No está la policía para cumplir las órdenes de los jueces?

Este es el tipo de gente que gobierna en la Cataluña del acoso lingüístico a padres y niños que piden educación en español; en la Cataluña de los «fascistas» e «hijos de puta» del PP, de las monjas cojoneras Caram y Forcades, del tres por ciento y del prusés. Socorro.