Rajoy tiene tres motivos para mimar mucho a Cataluña… al menos durante unos meses

EL CONFIDENCIAL 01/08/15
ANTONIO FERNÁNDEZ

El partido entero se volcará en Cataluña. Todavía no hay un calendario fijado pero todas las fuentes coinciden en que “Mariano Rajoy está muy interesado en que el tema de Cataluña salga bien”

Cataluña es territorio comanche… y territorio prioritario. Esta comunidad se ha convertido en un codiciado objetivo del PP, que considera que las elecciones catalanas que, previsiblemente convocará Artur Mas para el 27 de septiembre, son unas primarias para las elecciones generales que vendrán después. De ahí que en Moncloa y en la calle Génova (sede del PP) se hayan planteado a Cataluña como prioridad absoluta.

“Las de septiembre son unas elecciones fundamentales y Mariano Rajoy se va a implicar en ellas a fondo. Son importantísimas para nosotros”, señalan fuentes del PP a El Confidencial. Los populares mimarán esta comunidad en las próximas semanas por varios motivos. “Nos jugamos mucho”, admiten sin tapujos. Pero se ha de notar. Han de blindar su espacio electoral, han de movilizar a su electorado y han de arañar votos a sus principales rivales. No es moco de pavo. Por eso el PP ha convocado su escuela de verano en tierras catalanas. Será el primer fin de semana de agosto y en ella aterrizarán los principales dirigentes populares, los que cuentan algo. “Ahí se visualizará el apoyo de toda España a Cataluña”, subrayan las fuentes.

La elección de Xavier García Albiol, el exalcalde de Badalona que tan buenos resultados dio a los populares (sólo una coalición de toda la oposición le pudo descabalgar de la alcaldía, un cuatripartito con el apoyo de un concejal de CiU), ha significado un balón de oxígeno. “Rajoy está encantado con la designación de Xavier como candidato a la presidencia de la Generalitat el 27 de septiembre. Por eso al día siguiente de que se hiciese pública su candidatura vino a Cataluña para presentarlo. Y no sólo eso, sino que le ha gustado mucho cómo se gestionó su candidatura”, explican fuentes del PP a este diario.

En el partido que ahora gobierna España hay nervios porque las encuestas les dan un importante bajón en Cataluña: pueden perder la mitad de los diputados autonómicos que tienen (19 escaños, un hito histórico). “Para nosotros, estas elecciones son fundamentales. Nos jugamos todo. Tenemos que emplearnos a fondo. Y Xavier es un revulsivo. Nuestro problema es la fuga de votos hacia Ciutadans y luego la gente que se queda en su casa. Es un clásico del PP: en las elecciones generales, sacamos más de 700.000 votos, pero en las autonómicas, en los mejores resultados de nuestra historia, obtuvimos alrededor de 500.000. Por tanto, nuestro objetivo es sacar a la gente de su casa, el decirles ‘estas también son vuestras elecciones’. No podemos perder la oportunidad y debemos movilizar a nuestro electorado y parar la fuga de votos”, admiten en el PP.

Un frente ‘unionista’
Ante ello, el partido entero se volcará en Cataluña. Todavía no hay un calendario fijado de visitas de líderes nacionales pero todas las fuentes consultadas coinciden en que “Mariano Rajoy está muy interesado en que el tema de Cataluña salga bien”. Y ya no es sólo el que tiene a líderes catalanes cerca de él, sino que los catalanes perciban que el PP se interesa por los problemas de la gente. “Xavier García Albiol envía constantemente mensajes a todos aquellos que quieren que Cataluña no se separe de España. Le da igual que sean autonomistas, federalistas, que se sientan más catalanes que españoles, al contrario o por igual. Lo importante es que no triunfe la lista de los que nos llevarán a un periodo de inestabilidad que nadie quiere”.

Pero falta por saber si Cataluña, que ha sido granero socialista, puede ser granero popular. ¿Pretende Mariano Rajoy convertir a Cataluña en su fortín como hizo en su día José Luis Rodríguez Zapatero?. “Los socialistas son nuestros principales adversarios. Pero, actualmente, su papel en Cataluña es absolutamente indefinido. Están en la ambigüedad más absoluta y no se mojan. Nadan entre dos aguas y andan muy perdidos. En ese contexto, nosotros podemos captar el voto desconcertado que no es independentista, el voto de la gente que tampoco confía en el PSC”.

De ahí que las elecciones catalanas sean una especie de primarias para intentar recuperar voto con tres objetivos fundamentales: parar la sangría de sufragios hacia Ciutadans; movilizar al electorado que se queda en casa cuando se trata de votar en las autonómicas; y robar al PSC el voto no nacionalista del cinturón industrial de Barcelona. En otras palabras, convertir el cinturón rojo de la capital catalana en cinturón azul.

Con todo a su favor, la intención del PP es convertirse en referente de la esencia no nacionalista. Lo que los independentistas llaman ahora el unionismo. En ese terreno, tiene a un rival difícil de vencer: Ciutadans. Y también tiene difícil pescar en el granero socialista. Pero el candidato del PP tiene muchas cartas en la manga. Conoce su oficio y sabe cómo captar la atención de la gente y convertirse en referente. En Génova y Moncloa, aseguran que confían en él y en su carisma para remontar las encuestas. Aunque su discurso sea tildado en ocasiones de xenófobo, en Cataluña, en estos momentos, lo que importa es sólo una cosa: liderar el espacio antinacionalista. Y a eso dedicará el PP los próximos meses.